Costa Dorada

La denominación de Costa Dorada —o también costa Daurada, en catalán— se ha utilizado desde mediados de los años 70 para asignar una imagen de marca a la zona de costa de la provincia de Tarragona, más próxima a su capital. De ese modo los hoteles del entorno han podido delimitar su posición en el mapa del turismo internacional y nacional, diferenciándose de otras zonas costeras del Mediterráneo. La Costa Dorada es un territorio extenso de casi 3000 km2 que se prolonga desde el mar hasta tierras interiores de la provincia tarraconense. En ella se incluyen las comarcas costeras del Baix Camp, el Baix Penedès y el Tarragonès y las interiores del Alt Camp, la Conca de Barberà, Montsía, Baix Ebre, Ribera d'Ebre y el Priorat. Es una zona en la que se puede encontrar hoteles que están en primera línea de playa y otros que se alejan del bullicio, adentrándose en las partes discretas y escarpadas de la provincia. El calificativo de “Dorada” es una manera de distinguirse de otras partes de la costa mediterránea española. Se suele decir que debe esta denominación al predominio de los tonos dorados, marrones y anaranjados de las playas y tierras que abarca. Lo cual está acompañado de una luminosidad espectacular en todas las épocas del año, donde destaca la intensidad del azul del mar.

Es una zona donde se pueden encontrar hoteles de todo tipo, desde aquellos con un carácter más familiar a las espectaculares y modernas construcciones de primera línea de playa. En su conjunto es una zona para disfrutar del mar y del buen clima. Pero también hay que destacar otros atractivos que se encuentran en esta parte de la costa. Por ejemplo, el parque temático de Port Aventura que se ha convertido en la referencia de ocio para todo el noreste peninsular y europeo. Destinado a un turismo familiar, próximo a las playas y con hoteles de calidad y muy cercanos, es una de las opciones turísticas más visitadas de la provincia. Pero también hay lugar para la historia y para el arte, como las ruinas romanas e iberas, las joyas de arte sacro, las iglesias y catedrales. También para la música y la pintura.

Es una zona donde es conveniente reservar con antelación en cualquier época del año pero, especialmente, en los momentos de máxima afluencia porque los hoteles y alojamientos de la costa Dorada están muy solicitados.

Ciudades como Tarragona o Reus ofrecen mucho más que el mero turismo de sombrilla y playa. Dejando abierta su oferta para innumerables actividades ligadas a la oferta cultural de su entorno. Cambrils y Salou se han consolidado a lo largo de las últimas décadas como lugares destinados a quienes prefieren la playa, como si fueran partícipes de una única arena cuidada, conectada por un paseo marítimo digno de ser recorrido. El Vendrell, Roda de Bara, Calafell, San Carlos de la Rápita… son algunos de los muchos los lugares donde el viajero puede perderse y conocer un mundo lleno de sorpresas como el museo Pau Casals, donde se siguen escuchando los magníficos sonidos de su cello inmortal.

Si se prefiere gozar de la buena gastronomía y de los ricos caldos de las vides, la costa Dorada ofrece al viajero una amplia gama de vinos del Penedés y del Priorat que hacen las delicias de cualquier buen paladar. Los hoteles y restaurantes de la zona ofrecen también una gran variedad de los productos de la tierra para los más exigentes gourmets.