Dubrovnik

La perla del Adriático. Dubrovnik, al sur de Croacia, se ha convertido en un destino muy demandado por aquellos viajeros que quieren disfrutar de buenas playas en el Mediterráneo, seguridad y patrimonio. Desde los que van en busca de escenarios de Juego de Tronos a aquellos que quieren conocer esta parte de los Balcanes con historia. Un destino con encanto, que además, cuenta con unos precios medios y buenos servicios. Debido a su alta afluencia se aconseja reservar alojamiento con tiempo si se viaja en temporada alta.

Para alojarse en Dubrovnik se puede escoger entre hacerlo en el propio casco antiguo, dentro de las murallas, o en hoteles en la costa. Los hay de todo tipo desde cinco estrellas perfectamente equipados con todo lo necesario para una estancia cómoda para toda la familia a hoteles y hostales más humildes, con precios más económicos. Una vez se elija el alojamiento, hay que disfrutar de las propuestas de su costa y de su zona más antigua. Una recomendación es que uno se decante por un hotel bien conectado con el centro para poder visitar el casco y las playas sin perder mucho tiempo en los desplazamientos.

Si se viaja en verano y se quiere visitar la zona antigua, se recomienda ir a primera hora del día, ya que el calor suele apretar en las horas centrales. Para conocer a fondo la localidad, una buena idea es acercarse hasta la zona amurallada, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se puede recorrer la muralla, unos dos kilómetros más o menos, para hacernos una idea de todo lo que nos espera en su interior. Dentro hay que andar, así que es aconsajable llevar calzado cómodo y fresco, para que el pie transpire. Con el fin de no perderos lo más importante, coged un plano y marcad con un círculo rojo aquellos monumentos, iglesias y edificios que consideréis indispensables. Así en la lista pueden aparecer algunos como el Monasterio Franciscano, la Plaza de la Luza, el Palacio Sponza, el Palacio del Rector, la Iglesia de la Asunción, Catedral de Dubrovnik o el Monasterio de Santo Domingo.

Tampoco hay que dejar de recorrer la calle Stradun, la calle principal de Dubrovnik, en la que merece la pena perder el tiempo fijándose en sus edificios y en sus tiendas. Para comprar recuerdos, lo más adecuado es acudir a algunos de los mercados callejeros que se celebran como el Mercado de Lapad o el Mercado de Gundulićeva poljana. Este último está enfocado al turismo, por lo que se pueden encontrar un gran número de recuerdos de viaje relacionados con Croacia y Dubrovnik. Y si queréis un recuerdo de experiencias, se puede hacer alguna de las rutas guiadas que ofrecen varias empresas locales a los escenarios de Juego de Tronos.

Fuera del casco, la ciudad sigue siendo bien interesante. Una excursión en la misma ciudad que os dará una panorámica de la costa es la que lleva hasta lo alto del monte Srdj. Allí se llega en teleférico y se observa una bella vista de la ciudad y de las playas. Escoged desde allí a qué playas queréis ir. Las opciones son muchas, entre las que se encuentran la playa de Lapad, la playa de Banje, la playa de Sveti Jakov o la playa de Buza, entre otras muchas.