​Arcos de la Frontera

Poblada desde los primeros capítulos de la Historia, Arcos de la Frontera está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España y es que este municipio de la provincia de Cádiz tiene mucho que ofrecer al viajero. Además está considerado como la puerta de entrada a la Ruta de los Pueblos Blancos de Andalucía, por lo que aparte de ser atractivo en sí mismo, nos da la oportunidad de usarlo como base para conocer otros puntos de interés de esta región del sur de España.

Su casco antiguo está declarado como Conjunto Histórico-Artístico y no es de extrañar porque la estrechez de sus calles, sus arcos, su color blanco de cal en las casas, sus patios andaluces llenos de flores y sus rincones hacen que se cree un ambiente especial. A ello se suma su localización sobre una peña cortada sobre el río Guadalete. Una buena idea cuando se viaja a Arcos de la Frontera es alojarse en alguno de los hostales o hoteles del casco antiguo. En la antigua Casa del Corregidor, situada en la plaza del Cabildo, se encuentra, por ejemplo, el Parador Nacional de Arcos de la Frontera, cuya ubicación sobre un balcón al río ofrece una vistas únicas.

Una vez dejemos las maletas en nuestro alojamiento, hay que ponerse calzado cómodo ya que no faltan las cuestas en este municipio. Con suela plana estaremos preparados para recorrer sus principales puntos de interés como lo son los monumentos que se levantan el la plaza del Cabildo. Allí está el Ayuntamiento y el Castillo Ducal, una fortaleza musulmana, que ha sufrido a lo largo de la historia distintos avatares. En el casco también hay que pasear para ver otras joyas como la Puerta de la Martrera, la Iglesia de San Pedro y la Basílica de Santa María. En el casco, hay más patrimonio que os animamos que visitéis poco a poco para conocer el lugar a fondo. Igualmente no dejéis de descansar en sus plazas, sentándoos en algunas como la plaza de Boticas o la plaza del Cananeo.

Por supuesto, debido a su ubicación sobre una peña, no hay que dejar de acercarse a alguno de sus miradores, ya que las vistas que ofrecen bien merecen por sí solas una vista al municipio. Hay muchos, pero los que ofrecen las vistas más espectaculares son lo que se localizan fueran del casco para observar la ciudad desde fuera. Hay que tener cuidado si se sufre de vértigo, ya que la impresión es grande cuando uno se asoma. Unos muy bonitos son tanto el Mirador de la Peña Vieja como el Mirador de Abades, pero os animamos a que hagáis un recorrido a pie y visitéis varios, ya que la instantánea es bien diferente, dependiendo desde donde miréis.

Igualmente, la visita se puede completar con una opción de deportes y naturaleza en el cercano Lago de Arcos, un lago artificial donde se pueden realizar deportes acuáticos como vela, remo y kayak, entre otros. Asimismo, en los alrededores se pueden hacer varias rutas senderistas que llevan hasta la cola del lago, declarada paraje natural. En Arcos de la Frontera existe además un campo de golf con con 18 hoyos y 5 tees en cada hoyo, bunkers y lagos, que hará las delicias de los amantes del golf.