Alhama de Granada

Situada a medio camino entre Granada y Málaga, la localidad de Alhama de Granada se extiende a los pies del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Emplazada en un área habitada desde el Neolítico, delata la presencia romana en numerosos testimonios arqueológicos, y también fue una plaza árabe fortificada durante el período del reino Nazarí. La hermosa ciudad invita a descubrir su polifacético patrimonio histórico y cultural.

El pueblo de Alhama de Granada cuenta con un famoso balneario de aguas termales, ya utilizadas por las civilizaciones romana y árabe. Actualmente ofrece modernos tratamientos para tratar la artritis, el reuma y el estrés. Su patrimonio histórico atesora una gran riqueza, y su casco antiguo ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico. En la ciudad se descubren testimonios del paso de los romanos, como el puente romano, la calzada romana y algunas villas. Sin embargo, fueron los árabes quienes otorgaron el carácter dominante en la ciudad, que se advierte en el trazado laberíntico del barrio árabe, los restos de muralla, las torres vigía y el Baño Fuerte, decorado con magníficos arcos de herradura.

Es un plan excelente, después de instalarse en el alojamiento elegido, acercarse hasta el Centro para la interpretación de Alhama de Granada, donde se narra la historia de la ciudad. Luego se podrá aprovechar mejor de un atractivo itinerario que comience en la Plaza del Ayuntamiento, donde se sitúa el Punto de Información Turística. A unos 100 metros se encuentran el Patio y la Iglesia del Carmen, de la primera mitad del siglo XVII y definida en estilo renacentista. Junto a ella se descubre el mirador de Los Tajos, desde donde se observan unas vistas panorámicas impresionantes. También es imprescindible hacer un recorrido por el barrio árabe y llegar hasta la Iglesia de la Encarnación, construida sobre la Mezquita Mayor entre los años 1505 y 1560. Allí se encuentra el Museo Parroquial de Alhama. Nadie puede abandonar la ciudad sin antes disfrutar de las aguas termales del lugar, que ofrecen una zona de acceso libre.

A la hora de programar un viaje hacia Alhama de Granada, la mejor idea es reservar con antelación el alojamiento, para asegurarse la habitación más adecuada para los distintos tipos de viajeros. En la ciudad y los alrededores hay diversas opciones, que incluyen desde un hotel elegante y sofisticado, perfecto para una escapada en pareja, hasta un hostal o pensión con atmósfera encantadora, donde los grupos de jóvenes pueden disfrutar de estancias agradables y divertidas. Es habitual que ofrezcan espacios modernos y atractivos y ambiente familiar. En esta zona existe, además, una gran oferta de establecimientos que brindan un estilo de alojamiento rural, relajado y tranquilo. Son ideales para los viajeros que buscan disfrutar del contacto con la naturaleza y de diversas actividades al aire libre.

Es posible llegar a Alhama de Granada cómodamente por carretera. Desde Málaga, por ejemplo, hay que salir en dirección Velez-Málaga hacia el este, desde donde hay que continuar hacia el norte por la A-356 y luego la A-402, siempre hacia el norte. Tras pasar por Viñuela y Ventas de Zafarraya se llega al destino del trayecto desde Málaga, que dura poco más de una hora en coche. También existen servicios de ALSA desde la estación de Autobuses de Málaga, que llegan a Alhama en unas 3 horas.

Unas vacaciones con niños en Alhama resultan divertidas e inolvidables, ya que además de poder disfrutar de sus aguas termales, las orillas del río Alhama invitan a realizar paseos maravillosos. Con un coche de alquiler, además, es posible llegar al Parque de las Ciencias de Granada en poco más de 1 hora, e incluso se puede coordinar una visita a la Alhambra. Las celebraciones de Alhama son variadas y llamativas, y entre ellas se cuentan la romería del vino, que tiene lugar durante la feria de septiembre, el carnaval y el Festival de Música Joven, que se organiza a principios de agosto. Con respecto al panorama gastronómico, hay que probar la [i]olla jameña[/i], el plato típico por excelencia, además de los garbanzos, las lentejas, los embutidos de cerdo, el choto, el cordero, el queso, el vino y la variada repostería de la localidad.