Sitges

Al sur de Barcelona, a 36 kilómetros, se erige Sitges, en la comarca del Garraf. Famoso por su Festival de cine de Fantástico y su turismo gay friendly, este enclave mediterráneo es un destino bien equipado y preparado para que los visitantes disfruten de una estancia inolvidable. Además, gracias a su situación geográfica dispone de un microclima en el que el sol brilla una media de 300 días al año.

Este viejo pueblo pesquero ha conservado vestigios históricos, a la vez que ha sabido explotar su costa. Cuenta con 17 playas distintas, aptas para todos los gustos. Existen playas urbanas que son las más numerosas y más familiares, calas escondidas y tranquilas donde se puede practicar nudismo o playas más tumultuosas. Si se quiere ir a la playa más larga habrá que ir hasta las Playas del Levante y plantar el campamento en la Playa de les Botigues, mientras que si lo que se desea es ir a un lugar nudista, una de las opciones es desplazarse hasta la Cala Morisca o ir a las Playas de Poniente de Home Mort o Desenrocada. Las más populares son las de San Sebastián, Fragata y Ribera, ya que se sitúan en el centro del término municipal. Muchas de las playas realizan actividades deportivas e infantiles en los meses de temporada alta con talleres para niños o sesiones de fitness, aerobic... Además, Sitges cuenta con tres puertos deportivos: el de Aiguadolç, Garraf y Ginesta.

Los establecimientos hoteleros son variados. En Sitges se pueden encontrar desde hoteles de gran lujo (cuatro y cinco estrellas) a establecimientos más humildes, de larga tradición familiar. Los apartamentos en Sitges son una buena opción de alojamiento. Si lo que se quiere por la noche es no descansar, sino salir, Sitges es el lugar perfecto. La mayor parte de los locales de marcha nocturna se encuentran en  la calle 1º de mayo, el Puerto de Aiguadolç o el frente marítimo. Su tradición es larga, ya que, como curiosidad, hay que saber que el primer Pacha del mundo nació aquí en el año 1967.