Caldes de Malavella
Caldes de Malavella es un municipio español situado en la provincia de Gerona, concretamente en la comarca de La Selva, espléndida por su belleza paisajística. Sus orígenes se remontan al Paleolítico superior, algo que pudo comprobarse gracias al hallazgo de varios restos de fósiles en la zona. Desde tiempos remotos, ha sido considerada una importante población termal.
Qué ver en Caldes de Malavella
El macizo montañoso del Montseny, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, en cuyas faldas se encuentra esta población, bien merece una visita en cualquier época del año. Al callejear por la localidad, conviene desplazarse hasta la ruinas del castillo, que se ubican en un entorno paisajístico vibrante y atractivo, compartiendo escenario con la preciosa ermita de San Mauricio. Es un lugar tranquilo, envolvente y apacible, perfecto para desconectar y dotado con un encanto especial para pasear con perros.
En el entorno se localizan poblaciones como Llagostera, Hostalric y la capital de la provincia, Girona, así como los preciosos campos floridos de Bruñola y el santuario de Riudarenes, donde se halla la ermita de Argimón. Son, en cualquier caso, destino vibrantes para organizar excursiones de día.
Qué hacer en Caldes de Malavella
El agua es el elemento más importante de esta localidad. En ella brota con gran fuerza, pues se encuentra salpicada de fuentes, en muchos casos termales y bicarbonatadas, por lo que resultan ideales para tratar dolencias digestivas y óseas. Además, los nervios, la circulación y la respiración se ven beneficiados por sus baños. En consecuencia, acudir a estos espacios wellness se convierte en, prácticamente, una obligación para los recién llegados.
El Balneario Prats y Vichy Catalán son los dos centros de relajación y salud situados en ella. En ambos casos se ofrecen multitud de tratamientos de bienestar y belleza, como baños de burbujas, sauna, duchas a presión, recubrimientos y otras terapias reconfortantes.
Dónde dormir
La oferta vacacional en Caldes de Malavella se adapta a todos los bolsillos, expectativas y necesidades. Desde un hotel balneario a un hostal tranquilo y familiar, pasando por auténticos spas con alojamiento y bonitas casas rurales de estilo tradicional, cualquier visitante puede encontrar el lugar idóneo para desconectar y disfrutar a pierna suelta de un descanso reparador. Se trata, en general, de establecimiento plácidos, actuales, bien atendidos y con todo tipo de prestaciones.
Transporte
Caldes de Malavella se localiza a 20 kilómetros de Girona y a 90 de Barcelona. Desde la capital de la provincia, el recorrido se realiza en unos 25 minutos. La AP-7, la C-25 y la C-35 son las arterias viarias estratégicas para llegar hasta este municipio.
Existen, asimismo, trayectos en tren económicos desde Girona, cuyos billetes cuestan alrededor de 3 euros y que realizan el itinerario en apenas 10 o 15 minutos. Son, desde luego, una manera ideal y asequible para realizar una visita rápida desde la capital de la provincia.
Otros datos de interés
La Fiesta de la Malavella —que se celebra desde 2010 el último sábado del mes de abril— es una iniciativa extremadamente atractiva para los pequeños, ya que recupera una maravillosa leyenda que se vincula a la imaginación, la fantasía y lo oculto.
Los niños, además, tienen a su disposición un espacio divertidísimo en este municipio: un fantástico karting en el que lo pasan de maravilla, solos o en familia. Además, el entorno ofrece un buen número de actividades deportivas al aire libre, como barranquismo, cicloturismo, buceo, kayak, vuelos en globo, tirolinas, descenso de barrancos y otras disciplinas semejantes. Por todo ello, se ha convertido en un destino familiar excepcional, con atractivos dinámicos y relajantes para todas las edades, especialmente para el público infantil y juvenil.
Qué ver o hacer en Caldes de Malavella y alrededores
Silvia,
Caldes de Malavella (Girona)
Caldes de maravilla, paseo por sus alrededores
Estuvimos paseando por el pueblo y la zona de las termas romanas es precioso, también los balnearios son espectaculares. Estuvimos cenando en Cal Quim, muy recomendable, y también estuvimos en una cafetería del pueblo con terraza y todo muy bueno. Es una zona tranquila y cercana al centro de Girona y a la costa, recomendada para gente que no le guste el bullicio. En coche a 20min de todo.
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