Figueres

Figueras -en catalán Figueres- vio nacer en sus calles a uno de los artistas españoles más reconocidos de todos los tiempos a nivel mundial: Salvador Dalí. El genio del surrealismo correteaba por sus calles, formándose una imagen del mundo mientras pateaba el casco de esta ciudad de la provincia de Girona. Hoy en día son muchos los turistas que lo emulan caminando por el centro de la localidad catalana para poder ver sus numerosos atractivos entre los que destaca la Teatro Museo Dalí.

El Teatro Museo Dalí es un indispensable de Figueras que sorprenderá con el ingenio del pintor desde el primer vistazo. El edificio, pintado en rojo en su lateral, tiene una simbología que acompañaría al artista durante toda su vida. Así que fijaros en los huevos y los panes de su fachada así como en su entrada principal, antes de traspasar la puerta hasta el mundo interior de Salvador Dalí. En su interior se pueden ver obras desde sus primeros tiempos hasta algunas hechas ex profeso para este espacio expositivo. Os llamarán la atención algunas como el Cadillac Lluvioso o la sala Mae West. El museo tiene bastante afluencia en los meses de temporada alta, así que se recomienda reservar con tiempo la entrada. En Figueras también se puede ver por fuera la casa natal de Dalí. Para ello habrá que ir hasta la calle Monturiol, al actual número 20. Allí aguarda un edificio modernista de Josep Azemar, en el que el pintor pasó sus primeros años de vida.

Otro museo muy interesante, pero menos conocido que se puede ver en Figueres, es el Museo del Joguet de Catalunya, que abrió sus puertas en 1982, ocupando el antiguo Hotel París, en la Rambla de Figueres. Merece la pena pasar varias horas descubriendo las más de 4.000 piezas que alberga. En sus salas hay de todo y lo mejor es que las piezas harán las delicias de los más pequeños de la casa y también de los más grandes. Igualmente hay que pasear por su casco para conocer lugares como la Iglesia de Sant Pere, el Casino Menestral, la Rambla, la Plaza del Gra o el antiguo Matadero, entre otros lugares. Entre paseo y paseo no hay que dejar de sentarse en sus terrazas y plazas para tomar fuerzas con un refresco o cerveza.

También con menos fama que el museo de Dalí, pero de gran importancia, está el Castillo de San Fernando, un recinto fortificado que nos hará viajar en el tiempo para conocer sus dependencias y exteriores. Eso sí, hay que ser conscientes de que ocupa una extensión de terreno enorme, de 32 hectáreas, convirtiéndose en la fortaleza de época moderna (siglo XVIII) más grande de Europa. Se pueden realizar visitas guiadas a su interior.

Figueras puede servir también como base para recorrer la parte norte de Cataluña. Roses y la Costa Brava están a escasos 22 kilómetros por lo que se pueden hacer excursiones hasta allí para descubrir las playas bañadas por el Mediterráneo. Barcelona queda a unos 138 kilómetros, estando bien conectada con Figueras.