​Llafranc - ​Llafranch

​Llafranc (Llafranch en castellano) ocupa una pedanía costera perteneciente a la localidad de Palafrugell, al este de la provincia de Girona. La zona litoral, que limita al sur con la Costa del Maresme, es conocida como Costa Brava, limitando con el municipio de Blanes y el de Portbou. Se trata de un lugar que conserva su encanto natural de pueblo pesquero sin verse afectado por la acción del turismo, una ciudad que sirvió como un importante centro de producción de ánforas de vino en la época romana y con un puerto desde donde partían diversos materiales de construcción y cerámicas. La localidad sufrió en alguno de sus monumentos las nefastas consecuencias de la Guerra Civil Española, aunque con el paso de los años la rehabilitación de la comunidad incluyó la construcción de casas e instalaciones dedicadas al turismo. El municipio alberga un interesante patrimonio monumental que incluye ermitas e iglesias pertenecientes a distintas épocas históricas.

Uno de los lugares más populares de Llafranc es el faro de San Sebastián. Con casi 170 metros de altura y originario del siglo XIX, se trata de un símbolo desde donde contemplar la costa central de la Costa Brava. En los pinares de la localidad se esconden restos arqueológicos de civilizaciones antiguas como el Dolmen de Can Mina dels Torrents. La playa de Aiguablava invita a compartir su arena fina y aguas cristalinas y el puerto náutico es perfecto para pasear y disfrutar de un momento agradable. Otros espacios de interés para visitar en el municipio son la ermita barroca de San Sebastián, la iglesia de Santa Rosa de Lima y la Casa Rosa. Los visitantes podrán acceder fácilmente por carretera a otras localidades cercanas como Palafrugell o Tamariu.

En el centro del municipio de Llafranc los turistas serán protagonistas de una sugerente oferta de restaurantes y bares tradicionales. Además, los fines de semana se celebran mercadillos artesanales y otros encuentros populares como cantadas de habaneras en determinadas épocas del año. La localidad posee un magnífico paseo arbolado que llega hasta el puerto y desde donde se puede emprender la ruta hasta el mirador del faro de San Sebastián. El camino de ronda que llega a Calella representa una experiencia inolvidable, mientras que los más aventureros pueden realizar el largo pero interesante paseo hasta Tamariu. Desde la localidad se pueden llevar a cabo diversos tours por los distintos pueblos de la Costa Brava como Figueras o Cadaqués.

Los turistas que visiten Llafranc podrán encontrar un amplio catálogo de alojamientos, entre los que se incluyen hoteles, hostales, campings y apartamentos. Los hoteles son de tres y cuatro estrellas, la mayoría incluyen piscina, y algunos se sitúan en primera línea de playa. Los campings son amplios, se encuentran rodeados de vegetación y ofrecen servicios de calidad como piscina al aire libre. Los apartamentos son perfectos para estancias familiares, disponen de cocina completa y algunos admiten mascotas.

La red de carreteras que conecta Llafranc con otras ciudades cercanas se encuentra perfectamente organizada. El aeropuerto más cercano a la localidad es el de Girona, ubicado a aproximadamente 50 kilómetros de distancia. En el municipio de Palafrugell se emplazan las estaciones de tren y de autobuses. Varias rutas conectan las distintas localidades de la Costa Brava. Alquilar un coche es otra opción ideal para moverse con libertad por todo el territorio.

La mayor parte de las edificaciones de Llafranc son casas con su propio estilo y carácter tradicional de los años 30. La zona está poco poblada durante todo el año, excepto en los meses estivales en los que el turismo visita sus magníficas playas y sus monumentos históricos. La gastronomía se basa en la cocina mediterránea, con exquisitas opciones culinarias a base de verduras, mariscos y pescado fresco.