L'Ametlla de Mar

L'Ametlla de Mar se encuentra situada en la provincia de Tarragona, en la Costa Dorada, con una extensión costera de más de catorce kilómetros en los que se encuentran playas y calas de arena fina y dorada. Este es, sin duda, su mayor atractivo turístico y el que ha hecho que se haya desarrollado una infraestructura hotelera de calidad. En l'Ametlla de Mar hay hoteles y apartamentos que pueden satisfacer los gustos de un perfil variado de población. Los grandes hoteles, con servicio de alojamiento y opciones diversas de pensión alimenticia, animación y guardería para niños, pueden ser una opción muy interesante para familias con niños. Hay también una oferta variada de hoteles pequeños, algunos colgados sobre la Costa Dorada, con un número reducido de habitaciones y con un servicio de atención muy familiar.

Los que quieren descansar en L'Ametlla de Mar por su cuenta pueden encontrar numerosos apartamentos de alta calidad, algunos de ellos al mismo borde del mar. Algunas casas de alojamiento turístico incluyen en su interior apartamentos independientes, con lo que los turistas pueden disfrutar de las ventajas de la infraestructura de los hoteles y mantener su independencia.

L'Ametlla de Mar, también conocida como la Cala, tiene una historia relativamente reciente, pues su fundación se remonta a finales del siglo XVIII y está muy relacionada con el desarrollo de la pesca en el entorno de la Costa Dorada. La pesca sigue siendo hoy en día muy importante en la zona, pero la belleza natural de la comarca, marcada sobre todo por el encanto de sus calas ha hecho que el turismo se haya desarrollado notablemente.

La cala Calafat, la cala Llobeta, la cala Ribellet son algunos de los nombres más unidos a L'Ametlla de Mar, donde aún se pueden encontrar rincones solitarios y salvajes en plena Costa Dorada. Pese a ser una zona turística, el que se aloja en los apartamentos u hoteles de la zona puede percibir fácilmente las tradiciones que se conservan intactas en las celebraciones populares, como la fiesta de la Virgen de la Candelera en febrero, y en la rica gastronomía, asociada a los pescados y a los deliciosos postres.