Tradición balnearia en Orduña

Paso obligado en el tradicional paso de mercancías entre el puerto de Bilbao y la Meseta, Orduña (Vizcaya) es una villa medieval enmarcada por las montañas en las que nace el río Nervión, viñedos de txacolí y granjas de caracoles. Aquí podrá encontrar, también, el viajero instalaciones balnearias en las que disfrutar de tratamientos termales especialmente indicados para el tratamiento de dolencias reumatológicas, articulares, anemias, caries, circulatorias, dermatológicas, respiratorias y del sistema nervioso. Todo ello lo hacen posible las aguas minero medicinales procedentes del manantial de la Muera Arbieto.

Única localidad que tiene el título de ciudad en toda Vizcaya –aunque en territorio alavés, es Orduña enclave vizcaíno- y situada a un paso de Bilbao y de Vitoria, llegarse hasta ella desde el puerto de Barrerilla ya es regalo de magníficas vistas…suculento aperitivo del apacible paseo que, una vez en la localidad, espera por el casco viejo (no en vano, está declarado bien histórico monumental). Especialmente recomendable resultará dejarse caer por la plaza porticada a la que el callejero bautiza con el nombre de Foru Plaza. El ágora, de hechuras amplias y desahogadas, está enmarcada entre interesantes y fotogénicos edificios, como el Ayuntamiento de torre almenada, la iglesia barroca de San Juan, la antigua Aduana (hoy hotel) o los palacios de Mimenza (renacentista) y de Díaz Pimienta (barroco).

Ah, un consejo antes de partir. Si la visita a Orduña coincide con época de deshielo o lluvias, no hay que dejar de acercarse cercano al Salto del Nervión. Ver caer las aguas desde doscientos veinte metros de caída libre bien lo merecen.