La Plagne, una estación para todos los públicos

En realidad La Plagne es todo un dominio esquiable que se extiende por once pueblos de la ladera norte de Los Pirineos –o sea, el lado francés- (bajo ningún concepto habría que dejar de visitar Champagny-en-Vanoise, además de auténtico pueblo pirenaico, puerta de entrada a algunas de las mejores pistas de la estación). Dicho esto, La Plagne bien podría ser calificada como una estación de esquí para todos los públicos. Y es que aquí todo esquiador encontrará unas condiciones excepcionales para practicar su deporte, y esto valdría tanto para el muy experto, como para el muy novato. ¿Un paseo para averiguarlo?

Con 225 kilómetros de pistas marcados, en los que practicar el esquí alpino –además de otros noventa de caminos balizados y habilitados para el esquiador del esquí de fondo- esta estación del valle de Tarentaise, en el departamento de Saboya (región de Ródano-Alpes) está dividida en nada menos que en once sectores… todos ellos servidos con todo tipo de instalaciones de ocio, restauración y descanso. Por ellos se distribuyen los esquiadores que hasta aquí se llegan para disfrutar de las, nada menos, que ciento treinta y cuatro pistas que surcan la estación: 15 negras (nivel experto), 30 rojas (avanzado), 72 azules (nivel medio) y 10 verde (principiante), y un gran área de esquí libre que incluye la cara norte del Bellecôte.

Seguramente no le vendría mal a La Plagne algo de más de oferta a la que acudir -y de la que disfrutar- a partir del momento en el que uno se quita los esquís, para seguir disfrutando de la vida (aunque siempre habrá a mano un bar de copas que cierra tarde) pero…¿qué tal si se disfruta de una pista de bobsleigh construida para la Juegos Olímpicos de Albertville 1992… o de unos recorridos por el muy próximo Parque Nacional de Vanoise?