Budapest

Una joya del este. Muchos comparan Budapest con París, y es que la capital húngara alberga un patrimonio material e inmaterial que hace que pasar unos días en sus calles cambie la concepción del país. La grandeza de su pasado se descubre caminando entre sus edificios, dándose un baño en alguno de sus baños públicos o disfrutando de una rica comida aderezada con paprika.

Budapest se conforma por dos partes: Buda y Pest, ambas partidas por la inmensidad del Danubio y unidas por diversos puentes como el significativo Puente de las Cadenas. Son dos zonas diferenciadas con su propio encanto. La mayor parte de los hoteles de Budapest se localizan en la zona de Pest, ya que es la más moderna. No obstante también hay hoteles en Buda. En Buda nos aguardan lugares de gran interés como el Castillo de Buda, cuyas dependencias están ocupadas por diversos museos de arte e historia. Sus jardines en sí ya merecen la pena tanto por su confección como por las vistas que ofrecen de la ciudad. Hablando de vistas, otro espacio en Buda ideal para panorámicas es el Bastión de los Pescadores, un monumento neogótico de gran belleza que sirve de escaparate de Budapest. Desde allí se observa la isla Margarita en medio del río, una isla curiosa llena de jardines que también es una visita interesante. Otro mirador muy atractivo se ubica en lo alto de Budapest, en la zona de la Ciudadela, donde el Danubio se observa con todo su esplendor.

En Pest destaca mirando al río el impresionante edificio del Parlamento, un ecléctico lugar que mezcla neogótico y neorrománico para crear uno de los lugares más bellos de Budapest. Además de verlo por fuera, se puede visitar en visita guiada y, según la temporada, hay tours en español. Cerca está la Basílica de San Esteban, la catedral; la Váci Utca, la calle comercial con más vida de Budapest, y el interesante Mercado Central, de corte modernista, en el que al pasear por sus puestos se descubre la pasión de los húngaros por los vegetales y la carne.

Otro lugar con mucho encanto es el antiguo barrio judío que a día de hoy, además de conservar la Sinagoga más grande de Europa, ofrece un barrio lleno de tiendas de anticuarios y los famosos ruin bars, bares de aspecto desangelado en edificios abandonados, que hacen las delicias de los hipsters de lugar y que son una moda que se ha copiado en otros países de Europa. Una imagen totalmente contraria es la que se encuentra en la Avenida Andrassy y la Plaza de los Héroes, la zona de las embajadas, la más elegante de todo Budapest. Sus casas, sus cafés y el parque se entremezclan para crear un ambiente decimonónico único.

Asimismo no hay que abandonar Budapest sin haber disfrutando de alguno de sus baños públicos. Los hay variados, extendidos a lo largo y ancho de la ciudad. Quizá uno de los más populares es el Széchenyi, debido su historia y a sus amplias instalaciones. No obstantes no dejéis de apuntar también los nombres de los baños del Hotel Gellert y el Balneario de Ruda, ambos de gran belleza.