Verona y el balcón de Romeo y Julieta

La obra de teatro Romeo y Julieta salió directamente de la mente de William Shakespeare igual que los escenarios que esta tragedia de dos amantes. Por eso cuesta creer que pueda viajarse, en carne y hueso, a uno de ellos: el famoso balcón de Julieta. Sin embargo, la imaginación popular puede con todo… y con esto también. ¿Todo fantasía? Bueno, parecen existir documentos que afirman que la casa ubicada en via Cappelo, 27 (Verona) perteneció a una familia de apellido Capuleto… el mismo del bando que, en la obra de teatro, se enfrentó a los Montesco, linaje que también confirman, algunos, como real. Para otros, todo es pura ficción… pero ya se sabe, siempre hubo aguafiestas.

Sea o no real la existencia de similitudes entre realidad y ficción, lo que si es cierto es que son miles los turistas que, cada año, se pasan por la supuesta casa de Julieta... con la repetida intención de consolidar (o buscar) amores acariciando un seno de la Julieta (en estatua) colocada en el patio de la casa… o de fotografiarse ante el mencionado balcón. Seguramente todo este fluir de admiradores tiene bastante que ver con que Verona se haya convertido, después de Roma, Florencia o Venecia, en la ciudad de Italia (y bien que lo merece, pues es hermosa) más visitada.

Ah… para los muy fanáticos del dúo de enamorados, se han trazado recorridos por la ciudad para visitar los lugares (que cada uno se haga su opinión sobre su veracidad) en los que los amantes escenificaron sus amores… empezando por las vetustas callejuelas que comunican las casas de los amantes (también Romeo vivía en algún sitio, como es de suponer) y terminando, extramuros de la ciudad, en un antiguo convento capuchino en el que, en una sugestiva celda, se ha emplazado un abierto y vacío sarcófago de mármol rojo, como símbolo de la tragedia de los amantes.

Ah… el ayuntamiento de la localidad, viendo las posibilidades pecuniarias del lugar, permite casarse en la casa de Julieta: 1.000€ para los no residentes en Verona y 600€ para aquellos que estén empadronados en la ciudad. La razón de la diferencia de precio es, según las autoridades veronesas, la diferencia en el costo de los trámites burocráticos de unos y de otros.