La Cambridge de los literatos

La ciudad Cambridge (ojo, la inglesa, no la norteamericana –eso es, la de la de los remeros que cada año compiten contra los de Oxford-) queda a ochenta kilómetros de Londres… y a unos ochocientos años del día en el que fue fundada. Así, con tal longevidad –y conocido prestigio- a nadie podrá resultar extraño el hecho de que por sus aulas, calles y pubs hayan pasado, y paseado, una gran parte de las letras británicas. Poesía, teatro, drama, literatura de viajes… y hasta un tal Darwin, hablando sobre La Teoría de las Especies. Todos ellos tienen un trocito de su historia relacionada con esta ciudad universitaria.

Con más de setenta premios Nobel y la presencia de la editorial más antigua del mundo aún en funcionamiento, un recorrido por Cambridge no puede por menos que ir descubriendo los pasos de Jonathan Swift (Viajes de Gulliver); Forster, del célebre, inteligente, erudito y convenientemente disipado Grupo (literario) de Bloomsbury; Lord Byron; Tom Sharpe… o Sir Isaac Newton, enterrado aquí, a muy corta distancia de Charles Darwin.

La verdad es que es una verdadera gozada pasear por una ciudad que en cada pasaje, plaza, templo, claustro o pub rezuma Historia