Londres

La escritora británica Jane Austen escribió: “La verdad es que en Londres todas las temporadas son malas”. Y nosotros no podemos estar más en desacuerdo. Londres es una hervidero de vida que merece la pena ser visitado durante todas las épocas del año, aunque llueva, haga frío, niebla y sol (todo ello puede pasar en el lapso de 5 minutos) y es que la capital británica es una caja de sorpresas, capaz de agradar a todo tipo de viajero.

La oferta de ocio y cultura es de las mejores de Europa y, además, hay que tener en cuenta que muchos de sus museos son de entrada gratuita (aunque si queréis podéis dejar un pequeño donativo simbólico a la entrada). Pero la magia de la Londres es su multiculturalidad. Pasear por la mayoría de sus barrios os permitirá cruzaros con ciudadanos de todos los rincones del mundo. Podréis practicar inglés, aunque también es muy probable que podáis hablar en español, ya que la ciudad que retrató Dickens en sus libros tiene un embrujo especial que atrae cada año a miles de jóvenes españoles hasta sus entrañas.

Tenemos que avisar que una vez visitéis Londres, tendréis la necesidad de regresar cada año y es que tiene tanto por ver, que en cada viaje descubriréis un Londres nuevo del que quedaréis enganchados.

Los indispensables

Museo Británico

Encabeza la lista el que fue el primer museo público del mundo. El Museo Británico es todo un ejemplo para el resto de museos tanto por su manera expositiva como por su labor de investigación. Al entrar en su interior viajaréis al pasado gracias a la arqueología conociendo grandes obras de la Historia del Arte Universal como la Piedra Rosetta, los frisos del Partenón de Atenas o las momias de Egipto. Abre todos los días de 10:00 a 17:30, aunque los viernes amplía su horario. Os recomendamos que echéis un ojo a su web donde aconsejan qué ver si se a visitar el museo en una hora o en tres horas.

National Gallery

Coronando la impresionante plaza de Trafalgar Square se localiza otro de los museos que hay que ver sí o sí en Londres. Se trata de la National Gallery, un tesoro para los amantes de la pintura clásica, ya que tras sus muros se encuentran cuadros de los principales movimientos artísticos de Europa. No hay que dejar de ver en el Matrimonio Arnolfini, los cuadros de Rembrandt y Vermeer, y por supuesto, La Venus del Espejo, de Diego de Velázquez. Podéis echar un ojo a los indispensables. Abre todos los días de la semana en horario de 10:00 a 18:00, y los viernes de 10:00 a 21:00.

Tate Modern

Para quien busque arte moderno y contemporáneo, la vista a la Tate Modern es obligatoria. Desde el mismo edificio que la alberga (una antigua fábrica) hasta las obras más rompedoras. Este museo es para mentes abiertas y para aquellos que disfruten con las vanguardias. Permanece abierta todos los días de 10.00 a 18.00 y hasta las 22.00 los viernes y sábados. Destaca además por organizar exposiciones temporales de gran calidad, así que si estáis allí, informaros sobre quién expone y el precio de la entrada (el museo es gratuito, pero las exposiciones son de pago). Si queréis completar el día con el más arte rompedor, podéis pasaros por la siempre sorprendente y a veces polémica Galería Saatchi.

Picadilly Circus

Salgamos ya a la calle a respirar el ambiente londinenses. Y qué mejor manera que empezar a descubrir la ciudad desde un lugar icónico. Se trata de Picadilly Circus, donde las luces leds os harán entrar en una ensoñación de la que tendréis que despertar para conocer la ciudad. Desde allí podréis pasear para ir de compras, cenar o tomar algo. Es una de las zonas más animadas de la capital inglesa. Encaminaros hacia Oxford Street, hacia el Soho o hacia Regent´s Street. Para regresar al hotel, la boca de metro os espera en la misma plaza, pero antes sentaros en las escaleras de la estatua de Eros y dad un barrido con la vista para observar el ir y venir constante de personas, taxis, coches y autobuses de dos pisos.

    Buckingham Palace

    Cambiemos de zona para ponernos un poco solemnes. Reino Unido es un país con monarquía y se sienten orgullosos de ello. Así que para intentar entender esa devoción hacia su Corona y especialmente hacia su Reina, hay que visitar el Palacio de Buckingham, la residencia oficial de los reyes. Seguramente os tengáis que quedar con la visión exterior, ya que se puede visitar en contadas ocasiones al año (coincide con los meses de verano). En esos momentos se pueden ver los Salones del Estado, las Cocheras Reales y la Galería de la Reina. Lo que seguro podréis disfrutar es del archiconocido Cambio de Guardia frente al palacio a las 11:30. La ceremonia se celebra cada día de abril a julio, y cada dos días, de agosto a marzo.

    Big Ben y el Parlamento

Del poder monárquico al poder del pueblo. La siguiente parada nos lleva hasta el Parlamento británico, una de las cunas de la democracia occidental. Este edificio es otro de los símbolos de Londres y su torre del reloj, el Big Ben, uno de los más representativos. El Parlamento, también conocido como el Palacio de Westminster, destaca por su arquitectura neogótica, que le otorga un carácter señorial, dando a Londres un punto más de belleza y no es para menos, ya que está considerado como Patrimonio de la Humanidad. Ya que estáis ahí, aprovechad para poner vuestros relojes en hora, mirando el Big Ben. ¡Así podréis presumir de puntualidad inglesa! Después, con un corto paseo, podéis acercaros hasta el número 10 de Downing Street, residencia de la presidenta de UK o hasta la Abadía de Westminster, que está en las inmediaciones.

London Eye

Es una de las atracciones más actuales, por lo menos de los indispensables de la ciudad. Esta noria panorámica es un símbolo de la ciudad más moderna. Desde sus cabinas, en las que caben varias personas, se puede observar a londinenses y turistas desde lo más alto. Una vista que recordaréis y que dará una idea de la inmensidad de la urbe. Se puede reservar para hacer eventos o cenas especiales románticas.

Tower Bridge

Aunque la popular canción nos dijera que el Puente de Londres va a caer, la realidad nos demuestra lo contrario. Esta obra de ingeniera civil se levanta impasible sobre el Támesis junto a la Torre de Londres. Se puede visitar su interior para saber cómo funcionan sus sistema de elevación y para descubrir más secretos sobre su historia y construcción. Además, desde hace, poco cuenta con suelo de cristal para ver qué ocurre debajo. Esto es sólo apto, claro está, para aquellos viajeros que no tengan vértigo.

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Camden, la cuna de Amy Whinehouse

Un lugar en donde se descubre el Londres más alternativo es en el barrio de Camden, donde vivía la malograda Amy Whinehouse y donde a día de hoy una estatua la recuerda. Este parte de la ciudad es muy especial, y esa singularidad propia se deja sentir en sus extravagantes tiendas y sus mercados. La verdad es que con el paso de los años se ha vuelto una zona muy popular y en ocasiones, sobre todo en los meses de verano, una marabunta de gente anda entre sus puestos. Así que es mejor ir a primera hora de la mañana para evitar las multitudes. Hay varias áreas en Candem como Camden High Street, Camden Lock Market, Stables Market y Camden Lock Village. Lo mejor es bajarse en la parada de metro de Camden y adentrarse en el barrio por High Street. Mirad las fachadas de los edificios y haced un descanso probando la comida de alguno de los puestos callejeros.

Un barrio con encanto: Notting Hill

Otro lugar con encanto, pero muy diferente a Candem, es Notting Hill. Se hizo famoso por la película romántica de Julia Roberts que lleva el mismo nombre. Sin embargo, su popularidad se debe a ser una zona con mucha personalidad y con una agenda repleta de eventos. Uno que merece la pena es su Carnaval, que al contrario que en el resto del mundo no se celebra en febrero, sino en agosto, llenando la calle de vida, color y diversión. Sus casas victorianas y su empedrado invitan a pasear por su geografía urbana para descubrir tiendas, cafés y mucho más. Allí se localiza el mercado de antigüedades de Portobello, un lugar de encuentro donde hay de todo. Los días principales del mercadillo son los viernes y los sábados, aunque de lunes a jueves también hay puestos, pero más reducidos. Y una última recomendación, aquí en este barrio, se ubica uno de los cines más antiguos de Londres, The Electric Cinema, donde se vivirá una experiencia muy romántica para los amantes del Séptimo Arte.

Bricke Lane, un barrio de moda

Un distrito que se está en auge en los últimos años es Brick Lane, gracias a su diversidad y a su gran oferta de tiendas, restaurantes y lugares de ocio alternativos. Aquí se asentó la comunidad de Bangladesh, por lo que es un buen sitio donde probar la comida diferente. También destaca su arte urbano con graffitis de hasta el mismísimo Bansky, sus mercados de artistas emergentes y sus bares con conciertos. Para saber todo lo que os espera en Bricke Lane no dejéis de visitarcon toda la información importante y una agenda de eventos.

Para amantes del misterio

Si os damos la dirección de 221B de Baker Street, ¿os dice algo? Si pronto la habéis reconocido es que sois unos auténticos fans de Sherlok Holmes, el personaje literario creado por el escritor escocés sir Arthur Conan Doyle. Pues bien, en el famoso número, se encuentra la Casa Museo de Sherlok Holmes, dedicada al detective con más personalidad y mayor número de seguidores del mundo. En su interior se recrea la que sería la casa que compartieron Sherlok y su ayudante, el doctor Watson. El horario de visita es de 9:30 a 18:00, todos los días de la semana. El precio es de 15 libras para adultos y 10 libras para menores de 16 años. Hablando de misterios otras actividades y destinos a visitar para los amantes de este género son el Museo Madame Tussauds (junto a la Casa Museo de Sherlok Holmes) y los diferentes tours guiados que siguen los pasos de Jack, el Destripador.

Un paraíso para las ardillas

Cuando se pasea por los parques de Londres nunca se está solo. Si os paráis a observar es muy frecuente que os deis cuenta de que unos pequeños amigos corren por el césped. Se trata de las ardillas que viven en sus árboles y que son una atracción que gusta a niños y mayores. La capital británica puede presumir de parques, ya que la mayoría de ellos están muy cuidados y su verde impresiona. En vuestra visita debéis visitar alguno de los más conocidos. Así los más afluencia tienen están Hyde Park y Kensington Gardens, Regents Park, Greenwich Park y St. James Park. Son especiales bonitos e interesantes en los meses de verano, cuando los londinenses aprovechan los rayos de sol para ocupar los bancos y el césped durante gran parte del día.

Londres con niños

Para los adultos es fascinante, pero para los pequeños de la casa Londres puede llegar a ser emocionante. Y es que a pesar del ritmo y de su fama, Londres es una ciudad con una gran oferta para niños. Encabeza la lista de lugares que los dejarán con la boca abierta el Museo de Historia Natural del Londres. Totalmente interactivo podrán descubrir los secretos de los dinosaurios, cómo funciona la electricidad o la evolución humana. Y todo ello de manera divertida. Igualmente se organizan actividades didácticas para que los peques se imbuyan en el espíritu del museo (son en inglés). Otro lugar del que será difícil sacarlos es de Hamleys, una tienda de juguetes de varias plantas donde encontraréis de todo. Seguro que os harán ir más de una vez. Para los más mayores, los que se han dejado seducir por Harry Potter, también hay un montón de actividades que los tendrán fascinados. Una de ellas es visitar el andén 9¾ en la estación de King's Cross. Allí se podrán hacer una foto con un trolley que está a punto de atravesar la pared y quién sabe quizá, por arte de magia, suban al tren que los lleve a Howgarts. Otro lugar para ellos son los estudios de la Warner Bross donde se rodaron las películas. Eso sí será meterse de lleno en el mundo mágico de Harry Potter y sus amigos. Por último, si queréis que los peques suelten toda su energía. acercaros hasta el espacio dedicado al Memorial de la Princesa Diana, en Hyde Park, allí hay un barco pirata, preparado para que tus grumetes se diviertan y entretengan.

Cómo moverse por Londres

Debido a su gran extensión recorrer Londres a pie es casi imposible (aunque hay zonas en el centro que merece la pena caminar por ellas). Por poder, se puede, pero perderíais medio día dependiendo a la zona a la que quisieráis llegar. Por eso, el gran protagonista de Londres es el “tube” (metro). El metro está dividido en zonas. La 1 y la 2 son las más céntricas y disfrutan de diferente tarifa. Así que si cogéis el hotel dentro de esta zona, el transporte os saldrá más barato. Igualmente, en Londres circulan los famosos autobuses de dos plantas que cubren rutas por toda la ciudad. Para ahorraros unas cuantas libras, la Oyster Card y la Travel Card son dos opciones a tener en cuenta para desplazarse, ya que hará que los viajes sean más baratos tanto en metro como en autobús, tranvía e incluso os harán descuento en algunos monumentos. Os dejamos un enlace a la página oficial de transporte de Londres, donde encontraréis rutas, consejos, precios y mucho más.

Dónde domir

Decidirse por un hotel en Londres es complicado. Hay que tener en cuenta que es una ciudad cara y que a veces es mejor gastarse un poco más porque por poca diferencia se pueden encontrar hoteles económicos que cuidan mejor sus instalaciones y que disfrutan de una mejor localización. Al ser una ciudad enorme, existen numerosas zonas donde alojarse. Una muy buena opción, con precios altos, es el West End, es decir, el centro de la ciudad, alrededor de Piccadilly Circus, Oxford Street y Trafalgar Square. Otra zona, donde encontrar buen alojamiento con una relación calidad-precio adecuada, es en las inmediaciones de Hyde Park. Otra posibilidad es elegir un hotel en King Cross, cerca de la estación, estando muy bien comunicado y con una gran cantidad de servicios en los alrededores. También se puede mirar hotel en la zona de Victoria Station o Paddington. Elijáis el lugar que elijáis, aseguraros de que tenéis una boca de metro cerca que os permita estar comunicados con el resto de destinos interesantes de la urbe inglesa.