​Dar Es Salam - Dar Es Salaam

Localizada en la costa oeste africana, nos espera la ciudad de Dar-el-Salam, una urbe de grandes dimensiones que cuenta con casi cinco millones de habitantes en su censo. Actualmente no es la capital de Tanzania, pero sí lo fue hasta 1996. Es por eso que por sus calles se nota la grandeza de las décadas anteriores, siendo una ciudad cosmopolita y moderna, esencia de la mezcla cultural del continente. Además es el núcleo urbano más poblado de este país africano y aún conserva un gran número de organismos y oficinas gubernamentales en su territorio. Es, igualmente, la urbe más rica de Tanzania, donde se ubican un gran número de empresas nacionales e internacionales, el puerto más importante de mercancías y los principales centros educativos. Dar-el-Salam supone en muchas ocasiones la primera toma de contacto con el país, ya que muchos vuelos europeos y americanos aterrizan allí para después abrir la puerta del país. La capital de este estado de la costa del Índico es Dodoma, que está a aproximadamente a 480 kilómetros de distancia. Es también aquí desde donde parten muchos de los ferrys que llevan hasta la paradisíaca isla de Zanzíbar.

Dar Es-Salaam es una ciudad de grandes dimensiones, en las que el tráfico y los edificios altos acogen al viajero durante su estancia. La mejor época para ir es de junio a septiembre ya que cuando mejor tiempo hace. En abril es época de lluvias abundantes, mientras que en los meses de noviembre y diciembre también hay lluvias. Además hay que conocer que de octubre a marzo se registran las temperaturas más altas. Igualmente, hay que saber que la moneda que rige en el país es el Shilling tanzano, que se puede conseguir en las casas de cambios o en los propios hoteles que tienen servicio de cambio de modena. En algunos lugares, sobre todo en agencias de viajes que organizan safaris -no nos olvidemos que este país alberga el Parque Nacional Serengeti-, aceptan dólares americanos. El Serengeti no es el único parque nacional del país, sino que se pueden contar hasta 16 parques nacionales y otras zonas preservadas con la mayor concentración de vida salvaje del planeta con 1.200 especies de aves, 10.000 plantas y más de 300 tipos de mamíferos, entre los que se encuentran el león, el leopardo, el elefante, el búfalo y el rinoceronte.

En la ciudad hay que armarse de paciencia porque ejemplifica un ciudad africana en sí. El ruido y el ir y venir de coches, bicicletas y personas puede llegar a abrumar en un primer momento. No obstante, una vez se supera la primera impresión es una ciudad con un encanto especial. No hay que dejar de acercarse hasta sus mercados, museos e iglesias donde se descubre su pasado colonial alemán, británico y las influencias de otras culturas como la propia africana o la india. Además, al ser en un punto de partida para conocer otros lugares de Tanzania, disfruta de una amplia oferta de hoteles y restaurantes de comida típica de la zona e internacional y de numerosos locales con música en directo y buen ambiente.