Naturismo

El placer de disfrutar de la Naturaleza sin ropa no tiene igual. Encuentra tus destinos naturistas y disfruta sin barreras.

Tumbados en la arena, desnudos, dejamos que el sol dore toda nuestra piel mientras oímos el suave batir de las olas en la orilla. Allí vamos a refrescarnos mientras contemplamos maravillados la belleza de los acantilados que protegen la playa. Nos adentramos en el mar y reparamos en lo a gusto que nos sentimos. Despreocupados, libres, sin ninguna atadura, ni prejuicio, en absoluta armonía con el agua. No hay nadie alrededor y, si lo hay, no hemos reparado en ello. Poco nos importa porque nuestra comunión es con la naturaleza. Esa en la que nos hemos adentrado hace unas horas a través de un sendero rodeado de pinos frondosos hasta llegar al apartado arenal, paraíso naturista que nos atrapa porque en él somos nosotros mismos.

Las mejores ofertas naturistas en los destinos más atractivos

Si todavía no habéis vivido la experiencia del naturismo y os llama la atención o si buscáis nuevos destinos que añadir a vuestro rincón favorito, os presentamos una selección de los mejores destinos para disfrutar de unas vacaciones naturistas en las que vivir en contacto estrecho con el paisaje y preocuparos más bien poco por la ropa. Olvidaos de las marcas que dejan el bikini o el bañador.

En la Costa Dorada, encontraréis a menos de veinte minutos en coche del centro de Tarragona la Cala Waikiki o Cala Fonda, una playa nudista recóndita a la que se accede por un sendero entre pinos que parte del final de la Playa Larga de Tarragona o, por el otro lado, de la Playa de la Mora, atravesando el conocido como Bosque de la Marquesa. En los alrededores os encontraréis la Torre de los Escipiones, vestigio la antigua Tarraco, así como el Mas d’en Grimau, la Torre de la Mora o el Castillo de Tamarit. De más sencillo acceso son los arenales de La Sabinosa, muy cerca de la ciudad y del Nou Estadi del Nàstic de Tarragona; Els Muntanyans, en el espacio protegido de dunas y marismas entre Torredembarra y Creixell, y el de la Playa Del Torn, en Hospitalet de l’Infant, dotada esta sí de servicios y otros atractivos paisajísticos como el sendero que discurre por el Vértice del Lobo y la cueva del Lobo Marino.

Otras opciones nudistas en Cataluña

En Barcelona, la Cala de la Vinyeta, en Calella, ofrece un lugar tranquilo ciento veintidós escalones abajo de la N-II flanqueado por los miradores de la Playa de la Roca Grossa y de Cala d’en Pere. De ambiente familiar es la Playa de Musclera, en Caldes d’Estranc (a apenas una hora en tren desde Barcelona). Para ver aviones de cerca, las playas del Prat o la Ricarda y la Murtra, junto al Delta del Llobregat.

Por su parte, la costa gerundense está repleta de pequeñas calas protegidas por una masa forestal que casi siempre llega hasta la última roca de cada cortado. Con ese paisaje tan propicio, abundan los rincones mágicos para disfrutar de unas vacaciones en armonía con la naturaleza, como la Playa de la Isla Roja, junto a la Playa de Pals y el Castillo de Begur (siglo XVI). Un buen plan para ello puede ser buscar un hotel o un apartamento en Palafrugell, con visitas obligadas a Calella, Llafranc, Tamariu y Llofriu-Ermedàs, los Jardines de Cap Roig o el faro de San Sebastián. Más al norte, en la Bahía de Cadaqués, se encuentra la playa de Sa Conca, a apenas seis minutos del centro del precioso pueblo pesquero de Cadaqués.

Más destinos para practicar naturismo y nudismo

En el extremo opuesto de la Península Ibérica se encuentran las viguesas islas Cíes, un espacio natural protegido perteneciente el Parque Nacional de las Islas Atlánticas al que se llega en barco desde Vigo. Concretamente en la isla de Monteagudo, la más septentrional de las tres, se localiza la Playa de Figueiras, también conocida como la Playa de los Alemanes, una zona de postal donde la arena blanca y fina y el agua de tonos turquesas te transportarán con la mente a lugares remotos.

Praderas verdes, precipicios imponentes y playas salvajes de arena fina de acceso intrincado. Cantabria ofrece paisajes espectaculares y apacibles en los que la práctica del nudismo también es una forma natural de expresión. Como la Playa de los Covachos, en Soto de la Marina, a apenas once kilómetros del centro de Santander. Se trata de una recóndita zona de baño de difícil acceso (especialmente durante la pleamar) frente a la que durante unas pocas horas al día surge un tómbolo que conecta la Península con la isla de Castro. Las vistas desde los senderos de arriba son preciosas, como la agrupación geológica en forma de cresta de la vecina Playa de la Arnia, propia de una película futurista. Siguiendo la línea de la costa, aparece protegida entre acantilados la playa de Somocuevas, a la que se accede descendiendo por una larga escalera. Y más al oeste, está la zona de Valdearenas, en el Parque Natural de las Dunas de Liencres.

Y el sur de España cuenta con lugares idílicos para el baño despreocupado como la costa de Cádiz, donde, además de zonas específicas para el nudismo como las playas de la Cala del Aceite, en Conil, o Punta Candor, en Rota, abundan los arenales donde la naturaleza conserva su carácter salvaje y la sensación de libertad que transmite incita al bañista a fundirse con ella como los de El Palmar, los de la zona del Faro de Trafalgar, Caños de Meca, Bolonia, Los Toruños o Castilnovo.

Croacia, el gran destino europeo para disfrutar del naturismo

Y si vuestras miras van más allá de la Península, no podéis dejar de descubrir Croacia, uno de los más afamados paraísos naturistas de Europa cuya tradición se remonta a comienzos del siglo XX. Con cientos de kilómetros de costa que dan al mar Adriático y más de un millar de islas, el país de la Unión Europea es una potencia turística que aúna naturaleza, patrimonio cultural y destinos de sol y playa ubicados en la región de Dalmacia como Zecevo, en la isla de Hvar, o Nugal, Ramova y Tucepi, en la isla de Vis, donde el nudismo es práctica habitual.