¿Habéis probado alguna vez a emprender un viaje en soledad? Al principio puede asustar, pero a lo largo del trayecto os daréis cuenta de que no se está tan mal, al contrario. Tendréis más libertad, más tiempo para meditar, conoceréis a más gente, llevaréis vuestros horarios... Para los que empecéis o para aquellos que lo hagáis con asiduidad, aquí van tres destinos para viajar solos.

Innsbruck

En medio del Tirol austriaco se sitúa esta ciudad, que parece haber sido sacada de un cuento. Rodeada de montañas es una opción tanto para invierno (las estaciones cercanas de los Alpes la convierten en una buena base para esquiadores) como para verano. Podéis comenzar vuestra visita en el Palacio Imperial (Hofburg), seguir por la Iglesia de la Corte, la Catedral de St. Jakob y terminar en el Ayuntamiento Viejo. Naturalmente no podéis dejar de ver el Tejadillo Dorado, un símbolo de Innsbruck. También debéis de pasear por la Maria-Theresse Strasse, donde podéis parar en alguno de los restaurantes a disfrutar de un plato típico del Tirol como la trucha o beber un spritz.

Budapest

También conocida como la París del Este, es un buen destino donde viajar sin compañía. El río Danubio la cruza por mitad, separando la antigua ciudad de Buda de la Pest (no se unieron hasta 1873). La capital húngara fue una gran urbe a finales del siglo XIX, siendo la segunda ciudad más importante del Imperio Astrohúngaro. Lo podréis comprobar paseando por sus calles o tomándoos algo en sus majestuosos cafés. No perdáis el tiempo mirando vuestros móviles, levantad la cabeza y observad sus edificios. Entre ellos podréis visitar el Parlamento, la Iglesia de Matías, el Castillo o la Basílica de San Esteban. Cuando estéis cansados, relajaros en algunos de sus baños o balnearios, pasead por el barrio judío lleno de comercios de antigüedades o perderos en el Parque Városliget. Para disfrutar de una buena panorámica de Budapest, subid a la Ciudadela.

Segovia

España es una buena elección para viajar solo. El idioma lo controlamos por lo que todo será más sencillo. Una localidad muy agradable donde disfrutar al máximo de una escapada es Segovia. Su centro histórico es pequeño por lo que se puede recorrer fácilmente a pie. Si vais en invierno no os olvidéis el abrigo, ya que la temperatura suele ser fría. Descubriréis una ciudad compacta, que podréis empezar a ver desde el Acueducto romano para después deambular entre sus calles enrevesadas y observar un montón de rincones y edificios. No dejéis de ver su Catedral y el Alcázar. Podéis coger fuerzas con una ración de cochinillo (uno entero sería demasiado) y un buen vino.