Alcalá de la Selva

Al suroeste de la provincia de Teruel, en la comarca de Gúdar-Javalambre, se ubica la localidad de Alcalá de la Selva. El pueblo tiene más de 400 habitantes y el territorio, que limita con Castellón, está compuesto por 24 municipios entre los que se reparten más de 8.000 residentes. La localidad posee un marcado pasado medieval que se refleja en la estructura de la villa así como en la singularidad de sus casas solariegas. En los diferentes yacimientos que pueden encontrarse en los distintos términos municipales se conservan restos de la Edad de Bronce y de la época ibérica. Los viajeros encontrarán una interesante propuesta cultural que incluye varias iglesias y ermitas, algunas de ellas restauradas debido a los efectos del paso del tiempo.

Alcalá de la Selva ofrece a sus visitantes un interesante patrimonio artístico entre el que destaca el Humilladero, una construcción de sillería muy peculiar ya que en el resto del país existen muy pocas edificaciones similares. El Castillo, que puede visitarse los fines de semana, es de origen árabe, ha sido reconstruido varias veces y alberga un patio en su zona central. El Santuario de la Virgen de la Vega es una obra barroca perteneciente al siglo XVIII en la que habitualmente se llevan a cabo varias romerías. Otros edificios religiosos de gran interés turístico son la iglesia de San Simón y las ermitas de San Roque, Nuestra Señora de Loreto y San Antón. Dentro del término municipal se localizan distintos yacimientos arqueológicos como la Cueva Pijetas o el Castillejo.

Una de las rutas más populares de Alcalá de la Selva es el Calvario. Este trayecto se inicia en las ermitas de San Roque y de Nuestra Señora de Loreto y asciende hasta la ermita de San Antón, desde donde se pueden ver unas vistas impresionantes del pueblo. La ermita de San Miguel se sitúa a unos seis kilómetros de la localidad y desde ella también se ofrecen una magníficas panorámicas del municipio. Otras rutas significativas son el sendero circular de Gúdar Valdelinares y el Cañón del Río Alcalá-Canteras de la nava. A finales del verano se lleva a cabo la fiesta principal del pueblo, que se realiza en honor a la Virgen de la Vega. Las celebraciones incluyen danzas con trajes populares y romerías. Otras fiestas interesante son las de los quintos, la Semana Santa y el Festifalk o Festival Folklórico de las Autonomías. Los turistas disfrutarán de una amplia variedad gastronómica que destaca por una materia prima de calidad y por exquisitas carnes de caza como la perdiz o la codorniz.

Gran parte de los alojamientos para relajarse en Alcalá de la Selva son de estilo rústico. Se trata de acogedoras casas rurales orientadas a estancias en familia o en compañía de amigos y que cuentan con varios dormitorios así como modernos servicios. Asimismo, en el término municipal se localizan varios hostales, hoteles y bungalows idóneos para aquellas personas que estén buscando un apacible espacio donde descansar.

Lo más recomendable para moverse por Alcalá de la Selva es disponer de un vehículo propio o de alquiler. La comarca es atravesada por la A-23 y la N-234, que conecta también con la Comunidad Valenciana. A través de la carretera es posible llegar a las pistas de esquí de Valdelinares, que ofrecen hasta quince kilómetros para practicar snowboard, esquí alpino o raquetas de nieve. La ciudad de Teruel se sitúa menos de una hora en automóvil.

La localidad de Alcalá de la Selva es ideal para disfrutar de varias actividades en cualquier época del año. El invierno es perfecto para la práctica de esquí y el verano ofrece la oportunidad a los viajeros de descubrir interesantes senderos naturales.