Rumbo a Santiago: El viaje por Santo Domingo de la Calzada
Al principio se llamó Burguete; después, Masburguete; por fin, su actual nombre: Santo Domingo de la Calzada (La Rioja).
Hasta aquí, importante etapa del Camino de Santiago, llegaban los rebaños de la transhumancia, entrando en la ciudad por el mismo puente , de veinticuatro ojos, tendido sobre el río Oja (o Glera, que así también se llama) que, construido por el santo arquitecto Santo Domingo de la Calzada, hoy se sigue utilizando para acceder a la localidad.
Al otro lado de las murallas, aún en pie en , espera una población que respira medievo por los cuatro costados a través de sus fachadas blasonadas, sus voladizos de madera, sus plazuelas… e, incluso, la plaza de España, donde, ubicado en un elegante edificio barroco, se encuentra emplazado el ayuntamiento.
Luego, el paseo por el caserío, puede continuar, guía o plano en mano, en búsqueda de alguno de los bellos e históricos edificios que, allí esperan: el monasterio de las MM Bernardas; el antiguo hospital de Peregrinos, hoy parador de Turismo; la iglesia de Nuestra Señora de la Plaza…y, por supuesto, la Catedral, uno de los edificios religiosos más importantes de La Rioja y donde, existe, incluso…un gallinero santo.
Si, cómo se lee, un habitáculo de piedra labrada en la que conviven una gallina y un gallo. La presencia de los animales se debe al recuerdo de una gallina que, parece ser, cantó después de asada…por intercesión del propio Santo Domingo –los huevos están deliciosos, lo que denota la buena alimentación que surte a las gallináceas-.
Un consejo: mejor no abandonar Santo Domingo sin probar un ahorcadito, un hojaldre con crema de almendra y forma de vieira creado en referencia a la leyenda arriba mencionada. Los interesados deberán dirigirse a la pastelería Isidro, ubicada en la calle Pinar, 52.
Bueno, la verdad es que esta calle es una suerte de muestrario gastronómico riojano….por el que merecerá la pena perderse. O si no, a ver quien es el guapo que no cae en la tentación de comprar caparrones (alubias rojas), pimientos choriceros, chocolate artesano…o una botella de Rioja.