Cinco claves para conseguir las mejores fotos viajando

Los recuerdos muchas veces con el tiempo se borran. No del todo, pero sí se van perdiendo los pequeños detalles. La mente necesita ayuda para acordarse de lo vivido y las fotografías son unas grandes aliadas para transportarnos de nuevo a aquel viaje que hicimos.

Para que la memoria os lleve de nuevo hasta aquel rincón, os damos cinco claves para conseguir las mejores fotos en vuestros viajes.

Tourist on Saint Istvan Basilika in Budapest

Buen equipo fotográfico

Tener un buen equipo es fundamental. Aunque a veces, si no es el caso, podemos usar algunos trucos de edición posterior para que las fotos parezcan más luminosas o mejor encuadradas.

Ahora con un smartphone pueden salir auténticas obras de arte, que se pueden compartir al instante con nuestros contactos o en las redes sociales. Incluso existen móviles que permiten hacer fotos con movimiento (tipo gif animado).

No obstante, si queréis realizar unas fotografías de 10, lo más aconsejable es que llevéis una buena cámara, con un zoom digno y con un flash que no os abandone cuando el sol lo haya hecho.

El mejor horario

Plantearos qué tipo de fotografías queréis tomar. Si son de edificios o lugares como parques o avenidas, lo mejor es ir a primera hora de la mañana, cuando el día dé sus primeros síntomas de vida.

Así evitaréis que aparezca demasiada gente y con suerte dará la impresión de que la ciudad o ese destino son todo vuestros.

La luz, además, será diferente. Igualmente, informaros sobre los lugares que visitáis, igual tienen planeada alguna fiesta o actividad. Quizá seáis testigos de un momento único.

Si vais a la costa, preguntad por la hora de la marea alta y la marea baja. Y si lo que buscáis es retratar personas id en hora punta. También es aconsejable que sepáis la hora en qué anochece.

Trípode

Este accesorio se ha convertido en un acompañante más en los viajes de los mejores fotógrafos y es que es necesario en muchas ocasiones.

Cuando hay poca luz, tanto de noche o como si estáis en un interior, el apoyo de la cámara estabilizará la imagen y hará mejores instantáneas.

Además, el trípode os permitirá hacer selfies (gracias al programador de tiempo de las cámaras). Esta herramienta está también disponible para móviles. Comprad uno pequeño, que no pese mucho y que os quepa en la mochila o bolso.

Originalidad

Antes de hacer la foto, pensad. Intentad ser originales, pero no os paséis. A veces se desea ser diferente y salen auténticos churros. Las fotos en diagonal están bien, pero no cortéis la cabezas y los pies.

Pensad que después en una imagen siempre se puede recortar, pero nunca se le puede añadir eso que no habéis fotografiado. Y si veis que ha quedado mal, siempre podéis borrarla y buscar una nueva perspectiva.

Otro consejo es que si hacéis fotos a personas hagáis más de una para que las probabilidades de que todos salgan con los ojos abiertas sean mayores.

Y por supuesto, sonreír y haced sonreír a los demás. No digáis patata, decid cheese. Queda más natural.

Programas de edición

Si aún siguiendo nuestras recomendaciones, llegáis a casa y las fotos no son muy dignas de mostrar, estáis de suerte porque hay mil y un cien programas de edición.

Los hay para profesionales como el Photoshop, pero por suerte también los hay para todos los públicos. En los móviles existen aplicaciones como Instagram que modifican la foto, le ponen filtros, cambian el color, recortan, enfocan…

Así podréis disimular los errores en la luz y en el movimiento. En el ordenador también encontraréis otras aplicaciones que por gracia de la informática harán magia en vuestras imágenes. PicMonkey o Pixlr Editor son dos de los más conocidas.

Pero sobre todo lo más importante, ¡elegir un buen destino!

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