Como viajar en barco… y no marearse
Se lleva mucho tiempo esperando para hacer ese crucero a unas islas paradisíacas en del Mar Egeo o una travesía en barco para ver los glaciares como el Perito Moreno en la Patagonia.
Se sueña, meses, con ese día. Ese día llega, el barco zarpa, comienza a moverse (con suavidad) y el temible Mal de Mar aparece.
Todo da vueltas, el estómago también… y aún quedan horas por delante de navegación.
Lo que ha de tenerse claro en ese momento es que, ni lo que nos está sucediendo es nada fuera de lo normal (por cuestiones médicas o por autosugestión, es algo de lo más común) y que, como casi todo en la vida, esto también tiene solución.
Existen en el mercado medicamentos antimareos bastante efectivos, aunque lo mejor será consultar al médico antes de consumirlos puesto que, según en que casos y con que medicamentos, pueden provocar sequedad en la boca, sueño o visión borrosa.
Claro que también existen opciones como las banditas de acupresión que se ponen en las muñecas (funcionan muy bien, aunque hay quien las considera antiestéticas) o esas galletitas de soda, manzanas verdes y jengibre que suelen dar en todos los barcos.
Eso si, cuando se viaje en barco, si se es de estómago delicado, habrá que tener presente que mejor no comer nada si se tienen nauseas… especialmente dulces, alcohol y grasas.
Mirar un punto fijo en el horizonte también ayuda. ¿Una mala idea? Acostarse, puesto que, caminando, se sienten mucho menos las olas… y los efectos en nuestro estómago.