Destinos para amantes del chocolate
Advertencia: no nos responsabilizamos si al final de este post os entran unas ganas locas de comer chocolate.
¿Por qué?
Respuesta sencilla, os vamos a presentar cinco destinos pensados para amantes de este manjar. Este dulce es tan adictivo como viajar, así que ya hemos encontrado la primera cosa en común entre estos dos elementos. ¿Queréis conocer nuestras propuestas? Seguid leyendo.
Viaje al origen del chocolate
Nuestra primera parada es en el país en el que se cree que nació el chocolate, México. Hay teorías que lo sitúan aquí y otras en el Amazonas, pero sea como sea las primeras evidencias históricas aparecieron en las culturas prehispánicas que vivían en el actual estado de México.
En el país conocen la importancia de este producto y por eso celebran el Cuarto Festival del Chocolate, en el estado de Tabasco, del 20 al 23 de noviembre.
Entre las actividades, además de charlas, demostraciones, debates y talleres, invitan a recorrer las tres haciendas cacaoteras que se conservan en Tabasco: La Luz, Cholula y La Jesús María. Allí se produce el cacao criollo, caracterizado por su manteca, el sabor y su aroma.
México es el país donde se cree que nació el chocolate
Se puede observar de cerca el proceso de cultivo, tratamiento y producción final. Una experiencia que seguro os hará conocer al chocolate desde dentro. Podéis alojaros en Villahermosa, capital del estado de Tabasco.
Tras la llegada de Cristobal Colón a América el chocolate llegó a Europa. Un lugar que tuvo mucha importancia en el posterior desarrollo del chocolate en el Viejo Continente es el Monasterio de Piedra, en la provincia de Zaragoza.
Allí, hay un Museo del Chocolate, que invita a recorrer los inicios del chocolate en Europa. Es aquí donde aparece documentada por primera vez la elaboración de chocolate, que data del año 1534, gracias a que un monje cisterciense, que viajó con Hernán Cortés, envió el primer cacao y la receta del chocolate al Abad del monasterio zaragozano.
Descubrid las cocinas chocolateras de los monjes y todos los detalles que permitieron que el chocolate se convirtiera en un alimento de primer nivel europeo. Podéis alojaros en el mismo Monasterio de Piedra.
La invención del praliné y del chocolate con leche
Otro destino unido al chocolate es Bélgica. Viajaremos hasta su capital, Bruselas. El primer dato sobre chocolate en territorio belga es del año 1635, cuando el abad de Baudeloo, en Ghent, registró una compra de dicho producto.
Sin embargo, el despegue del chocolate belga comienza en el siglo XIX, cuando el país logra la independencia y empieza a exportar chocolate del Congo, su nueva colonia. Comienzan las primeras industrias dedicadas al chocolate.
En 1912, Jean Neuhaus inventa el praliné, colocando a Bélgica como un referente en dulces de chocolate. El praliné todavía es una seña de identidad y lo podréis comprobar paseando por las calles de Bruselas, repletas de tiendas que ofrecen estos dulces realizados de manera artesanal.
Os invitamos a que visitéis la página oficial de Turismo de Bélgica donde podréis organizar unas vacaciones muy chocolateras en Bruselas y además, podéis reservar habitación en nuestra web.
Suiza y el chocolate
Otro destino que os gustará si sois amantes del chocolate es Suiza. Fue aquí donde se inventó en 1875 el chocolate con leche a manos de Daniel Peter, que utilizó leche en polvo para mezclarlo.
En el país helvético hay muchas actividades relacionadas con este alimento. Por ejemplo una sugerencia es la visita a la Fábrica de Chocolates Cailler, en Broc. Para llegar o bien lo podéis hacer en vuestro propio vehículo o bien subiros al Tren del Chocolate Suizo, que os llevará hasta allí, después de una jornada donde además visitaréis la región de Gruyères y degustaréis su sabroso queso. Podéis alojaros en Zürich, donde sus pastelerías terminarán de darle sabor a vuestro viaje.
Fue en Suiza donde se mezcla por primera vez el chocolate con leche.
Por último, podéis viajar hasta Colonia, Alemania, ya que allí podréis visitar su gigantesco Museo de Chocolate, que este año cumple 20 años de historia.
En su interior, la boca se os hará agua con las degustaciones a las que os invitarán a la vez que viajáis a lo largo de la historia del chocolate. Además, ofrecen cursos para niños y adultos (en alemán) donde os enseñarán a fabricar pralinés.
Asimismo, el museo está lleno de actividades y sugerencias que lo hacen ser uno de los 10 más visitados de toda Alemania. Podéis reservar habitación en Colonia y descubrir los encantos de esta ciudad bañada por el Rhin.