Tras los pasos de Nellie Bly
La conciencia femenina se está reivindicando en los últimos tiempos y se están recuperando referentes de mujeres valientes, cuyos perfiles han sido durante muchos años desconocidos. En el mundo de los viajes hay muchas exploradoras y aventureras que han sido pioneras. Una de ellas es Nellie Bly, una periodista americana, que quiso superar la vuelta al mundo en 80 días de la que habló Julio Verne en su famosos libro. Su propuesta fue recorrer el mundo en 72 días. ¿Lo consiguió?
No os lo vamos a desvelar, pero sí que os invitamos, primero a que leáis el libro que recoge su hazaña y después, que hagáis alguna escapada a algunos de los destinos en los que paró durante su periplo. Eso sí, los destinos han cambiado mucho desde que Bly los pisara, ya que esta viajera surcó los mares y los continentes en pleno siglo XIX.
Londres
La americana partió desde Nueva York, ya que trabajaba para el periódico New York World. Desde allí se dirigió a Inglaterra. En Europa no tuvo más remedio que pasar por Londres. Primera parada de nuestras visita. Londres es una ciudad segura y cómoda para disfrutarla tanto si se viaja en soledad como si se hace en grupo. En Londres hay mucho que ver, así que antes de partir hay que hacerse un guión de todo lo que se debe visitar. Además de los lugares icónicos como Buckingham Palace, Picadilly Circus, el Big Ben, el Parlamento o el London Eye, no hay que dejar de acercarse hasta sus siempre interesantes museos. La National Gallery, el Museo Británico o la Tate Modern son tres indispensables de Londres. Y si apetece conocer la Inglaterra victoriana, la que conoció Bly, viajad hasta el Londres más victoriano visitando edificios como el Kensington Palace o entrando en la Casa de Sherlock Holmes, personaje que ejemplifica esta época.
Amiens
Tras dejar Inglaterra, la periodista entró en Francia a través de Calais. Su objetivo era conocer en persona al mismísimo Julio Verne, quien vivía con su esposa en la localidad de Amiens. La viajera se quedaría sorprendida con la impresionante catedral gótica de Nuestra Señora de Nôtre Dame, un templo que debéis de visitar para ver la cumbre de este estilo arquitectónico. Es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y con un simple vistazo a su fachada descubriréis el por qué. Dentro os aguarda su coro, con más de 4.000 figuras esculpidas con todo detalle. Por supuesto en Amiens tenéis que desplazaros hasta la Casa de Julio Verne, ubicada en el centro, y donde se guarda una importante muestra de su trabajo y de su forma de vida. Además, tampoco debéis perderos sus jardines flotantes. Conocidos con el nombre de Hortillonnages, ocupan 300 hectáreas con islotes y con 65 kilómetros de canales. Subiros a una barca y pasad el tiempo navegando.
Brindisi
Se conoce a esta ciudad con el sobrenombre de “Puerta de Oriente” y para nuestra protagonista así fue. De aquí partió hacia Oriente con una pequeña maleta llena de curiosidad. Brindisi, en el sur de Italia, es un destino muy completo e interesante. A orillas del mar Adriático es un lugar en el que se puede disfrutar tanto del peso de su historia como de las playas de agua turquesa y rincones llenos de belleza de los que puede presumir. En la ciudad se pueden ver lugares como el Castillo Suevo, la iglesia de San Juan en el Sepulcro (fijaros en su pórtico de mármol perfectamente decorado), el Castillo Rojo y la Columna Romana. También merece la pena conocer la zona arqueológica de Egnazia y hacer una excursión por los pueblos de los alrededores.
Hong Kong
El paisaje cambia radicalmente en nuestro próximo destino: Hong Kong. Un lugar moderno, seguro, en el que se puede viajar sin ningún tipo de peligro y en el que nos quedaremos alucinados con las modernas construcciones que parecen pelear por ver cuál alcanza el cielo con su cúspide. Poco queda de la ciudad que conocería Bly. Para hacernos una idea de su vibrante vida, hay que subir al Victoria’s Peak, desde donde la ciudad nos sorprenderá. Para subir hay un funicular moderno que nos irá elevando poco a poco. También merece la pena hacer un crucero por la bahía, sobre todo de noche, para ver cómo las luces iluminan el skyline de Hong Kong, un espectáculo de luces impresionante. Por supuesto os invitamos a callejear para ir descubriendo lugares como el mercado de las mujeres, los edificios rompedores como los diseñados por Norman Foster, los templos en la isla de Lantau y los restaurantes de la ciudad (¡hay censados más de 14.000!). Un aviso: no es un destino económico, así que planead bien vuestro presupuesto.
San Francisco
De vuelta a los Estados Unidos. Bly regresó, pero ¿lo haría en tiempo? En nuestro caso no nos persigue el reloj, así que tenemos todas las horas que queramos para conocer a fondo San Francisco, la que dicen que es la ciudad más europea de todo el país norteamericano. Merece pasar varios días, ya que la oferta es amplia, al igual que su extensión como ciudad. No hay que dejar de cruzar el Golden Gate, viajar en ferry hasta la prisión de Alcatraz, acercarse hasta los muelles Fisherman´s Wharf y Pier 39, curiosear en las tiendas de Haight Ashbury, cuna de la movida hippie, probar las ofertas gastronómicas de Chinatown y de Little Italy, sentir la libertad del distrito gay del Barrio Castro o sentarse frente a los edificios modernos del Downton.
¿Conocéis más exploradoras y viajeras que nos puedan inspirar? Estamos deseando que sus historias se desvelen para disfrutar de sus hazañas y sacarlas del olvido.