Sanlúcar de Barrameda, ¡saboréala!
Sanlúcar de Barrameda se encuentra pegado al parque nacional de Doñana. Anclado en la desembocadura del río Guadalquivir y acariciado por las aguas del Atlántico. Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) es un lugar de muchos olores (manzanilla y fritura). Un lugar de muchas luces y de muchos sonidos (y silencios, en sus bodegas). Es éste uno de esos lugares que, se busque lo que se busque, se encuentra seguro.
Descubre Sanlúcar
Quien quiera descubrirlo, lo mejor es que madrugue y se deje perder por las estrechas y largas calles del centro de la ciudad. Así, saliendo, por ejemplo de la plaza del Cabildo, el viajero irá descubriendo el pálpito de vida que esconde. La plaza de San Roque, el barrio Alto y el Bajo, la iglesia de los Desamparados y la de la Santísima Trinidad, la plaza de Abastos… También los muros y estancias del palacio de los Duques de Medina Sidonia, Orleans o Borbón, hoy sede del ayuntamiento. En este palacio es en el que un delicioso jardín botánico presta suelo a plantas traídas de los cinco continentes.
¿Y que decir del convento de clausura de las Carmelitas Descalzas? Después de recorrer la parte visitable (2 € cuesta la entrada), es casi obligado, sobre todo si se es goloso, comprar los dulces monacales que aquí elaboran las monjas.
Arquitectura de Sanlúcar
Por la zona a la que ha ido llegando el paseo, aledaña a las bodegas Barbadillo (impresionante bodega que llaman la Catedral), y al que llaman Barrio Alto. El recorrido encuentra casi un palacio en cada esquina.
Edificios construidos por las familias que hicieron dinero con el dinero de América. Desde aquí, de camino de nuevo hacia la playa, allá abajo, hay que explorar espacios como el callejón de las Comedias, la calle Eguilaz o las Covachas. Se trata de una arquería gótica situada frente al mercado central y que, antaño, formaba parte del palacio de los Medina Sidonia.
No lejos, en la calle del Truco, queda una visita peculiar e impepinable: el Museo del Mar de Garrido. Propiedad de un particular y de gratuita visita, allí hay miles y miles de conchas recogidas durante décadas por las playas de Doñana y pegadas por todas las paredes del edificio.
De tapas
Y, cómo no sólo de cultura vive el hombre, después saciado el apetito cultural del viajero, lo suyo es que ahora se detenga para saborear Sanlúcar de otra forma. Por ejemplo, en la taberna El Loli para degustar, siguiendo con el ejemplo, una más que deliciosa media lubina en salsa de jamón. Además de unos no menos apetitosos (y apetecibles) langostinos. Ni que decir tiene que nunca han de faltar unas copitas de manzanillas.
Algo más arriba, en la plaza de la Paz, se encuentra la parroquia de Nuestra Señora de la O (Monumento Histórico Artístico desde 1931). Junto a ella, el bar El Gallego, cuya barra de tapas siempre propondrá una deliciosa caña de lomo.
Claro, que si el paseo ya ha llevado hasta el Barrio Bajo, lo suyo será, recorrer los pequeños templos barrocos levantados en esta parte de la ciudad. La iglesia de la Santísima Trinidad, el convento de Madre de Dios etc. y caminar por coquetas plazas como la de San Roque o explorar alguna de las pequeñas bodeguillas que pueblan la zona.
Desde aquí una sugerencia: Taberna de Juan en la Plaza del Cabildo y su tortilla de camarones. Pero también el arroz a la marinera o las berenjenas rellenas de ternera y gambas. Aunque claro, siempre habrá quien prefiera, también con buen gusto y tino, las papas aliñás con melva del bar Barbiana. O las sardinitas con jamón, que cocinan en Las Palomas, o el bacalao con naranja, que tanto nombre da a Casa Bienve.
Una tapa especial y obligada
¡Ah! Un consejo antes de abandonar la zona. Aquí se alza el Hotel Guadalquivir, el edificio más alto de todo Sanlúcar de Barrameda. Arriba del todo, en la azotea, hay un bar, de libre acceso para los no huéspedes del alojamiento, desde el que se abraza toda la ciudad, la desembocadura del río Guadalquivir….y hasta el mismo parque de Doñana. No hay que dudarlo ni un momento: ¡subid!
Asomarse a Doñana
Antiguo barrio de pescadores de la ciudad, el Barrio del Bajo Guía se extiende a lo largo de la desembocadura del Guadalquivir. Quizás suene su estampa por haberla visto en televisiones y revistas. Y es que, aquí mismo, sobre la arena de la playa, se corren, en verano, las famosas carreras de caballos.
En la otra orilla, Doñana espera, sugerente. En la Antigua Fábrica de Hielo, hoy interesante centro de interpretación del parque y del mismo Sanlúcar, se puede recibir información y hacer reservas para embarcarse en el Real Fernando. Un barco que, réplica del primer vapor que surcó las aguas del río. Navega aguas arriba, en más que interesantes travesías.
Durante el crucero hay dos escalas, que hacen tierra en el mismo parque y en unas hermosas salinas pobladas de aves. En total son 13 kilómetros de viaje y, sobre todo si se viaja con niños, la actividad es más que aconsejable.
Barrio marinero por excelencia, Bajo Guía no defraudará a la hora de saciar apetitos del yantar. Y es que los restaurantes de la barriada conservan el sabor marinero de antaño actualizado a los gustos de hoy, con platos cómo el atún encebollado. Ahí están para confirmarlo Casa Bigote (a este restaurante le hicieron un reportaje en el New York Times, hace algunos años) y su cazón con tomate. Joselito Huerta, y su guiso de garbanzos con choco. Vamos….para chuparse los dedos
Si tienes la suerte de poder visitar esta zona en breve, te proponemos los 3 Hoteles más recomendados por nuestros clientes en Sanlúcar de Barrameda: Hotel Guadalquivir 3*, Hotel Macia Doñana 4* y Hotel Posada de Placio 3*.
Despierta tus cinco sentidos en tierras gaditanas… ¡Buen viaje!