Viajes para encontrarse a sí mismo
A veces necesitamos vacaciones de todo, incluso de nosotros mismos. Sin embargo esto último es imposible. Lo que sí que es factible es intentar reflexionar y meditar sobre el día a día, para ello muchas veces es el entorno el que nos invita a ponernos a ello. Cada persona es un mundo y puede sentir la paz necesaria en diferentes lugares: mar, montaña, ciudad… Os damos algunas ideas por si queréis probar nuevos espacios donde intentar encontraros a vosotros mismos.
Si sois de los que necesitáis el contoneo del mar para relajaros una idea puede ser viajar hasta la costa gallega
Si sois de los que necesitáis el contoneo del mar para relajaros una idea puede ser viajar hasta la costa gallega, hasta la playa de Carnota. Es un lugar de acceso complicado por lo que la ocupación no suele ser alta. Si queréis soledad total, lo mejor es acudir a primera hora de la mañana. Es un arenal que va desde la Punta de Caldebarcos hasta la de Sarsas. Son más de 7 kilómetros de costa con aguas turquesa que se entremezclan con la arena blanca. Allí si tenéis suerte podréis observar al Frailecillo Blanco, además de un gran número de especies migratorias. Podéis llevaros un libro o un reproductor de música, fijar la vista en el horizonte (podréis ver Finisterra) y dejar a la mente que haga el resto. Podéis alojaros en Noia, que se encuentra en las proximidades.
Si lo que necesitáis para encontraros a vosotros mismos no es calma total, sino un lugar donde observar vida, podéis subir al mirador de Miramar, en Barcelona, ubicado en la montaña de Montjuïc. Allí la vista es espectacular y podréis pensar a la vez que vislumbráis al fondo el movimiento del puerto de Barcelona y el sentir de la ciudad con sus principales edificios. Si os cansáis siempre podéis perderos por los jardines que lo rodean, que se crearon en 1929 con motivo de la Exposición Universal. Para llegar hasta allí podéis ir en autobús o con el teleférico de Barcelona. Podéis reservar un hotel en alguna zona tranquila de Barcelona.
Si os gusta llegar al fondo de los asuntos, os recomendamos visitar el río subterráneo más grande del continente europeo, en Castellón.
Quizá el siguiente destino os atraiga más, si lo que os gusta es llegar al fondo de los asuntos. ¿Qué tal entrar a las entrañas de la tierra? Un lugar curioso, que además podréis recorrer en barco, es las Grutas de San José, en el Parque Natural de la Sierra de Espadán, en La Vall d’Uixó, Castellón. Dentro se encuentra el río subterráneo más grande del continente europeo. Os podréis relajar a la vez que la barca se desliza por las aguas tranquilas bajo la belleza de las formas de las rocas. Guardad silencio para oír como las gotas de agua resbalan, oled la humedad, sentid el frío… Tras la experiencia podéis descansar en un hotel en Sagunto, que se encuentra a 17 kilómetros de distancia.
Un destino precioso, que seguro que os hace entrar en comunión con la naturaleza, es el Espacio Natural de Doñana, en la provincia de Huelva. Allí, os sorprenderéis por los ecosistemas representados que van desde pinares, franja costera y dunas fósiles hasta marismas transformadas. Existe una red de senderos peatonales que recorren el parque. Es una buena idea seguir las señalizaciones y dejarse llevar para descubrir los paisajes y la fauna que allí habita. Uno de los puntos que se puede visitar es el frente dunar del Acantilado del Asperillo para ello hay que recorrer el camino de la Laguna del Jaral. Podéis alojaros o bien en El Rocío o en Matalascañas.
La última propuesta os gustará si necesitáis estar rodeados de lujo a la vez que pasáis el tiempo mimados por las atenciones de un hotel de cinco estrellas. Para ello os recomendamos que paséis unos días en el Hotel Barceló Monasterio de Boltaña, un lugar donde os podréis olvidar de todo. Este establecimiento se encuentra en el antiguo Monasterio del Carmen del s.XVII, situado a las orillas del río Ara. Ha sido renovado completamente y se ha equipado con las últimas tendencias. Spa, terapias especiales, comida de temporada y un ambiente tranquilo harán el resto. Se pueden hacer excursiones al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, a los Cañones de la Sierra de Guara o localidades como Torla, Aínsa o Broto. La tranquilidad del monasterio aún se respira en sus instalaciones por lo que será fácil lograr el objetivo de solucionar los problemas internos de cada uno.