Alemania

​Ciudades como Berlín y Múnich, la naturaleza desbordante de la Selva Negra o el sorprendente estilo medieval perfectamente conservado de Rotemburgo son solamente algunos de los detalles que pueden hacer que cualquiera esté buscando alojamiento en Alemania. El país ofrece una gran cantidad de opciones para disfrutar de un apartamento o una habitación de hotel u hostal, y es que su territorio es uno de los más interesantes de toda Europa.

Qué ver en Alemania

Fuera de los recorridos turísticos más conocidos del país, esos que se limitan a Berlín y Múnich, lo cierto es que hay grandes joyas para el que se decida a explorar un poco a fondo Alemania. Desde cualquier apartamento u hotel, se puede llegar a lugares tan fascinantes como el lago Obersee. Este lugar servirá para comprender que los fiordos no solo se encuentran en Escandinavia, y es que el territorio alemán también cuenta con algunos. El Obersee está muy cerca de Múnich y está rodeado de inmensos bosques, por lo que se trata de una visita única. La ruta romántica es una de las experiencias más aconsejables que se puede vivir en el país. Es un recorrido a lo largo de unos 500 km en los que se concentran ciudades y monumentos que hay que ver. El castillo de Neuschwanstein, cerca de Füssen, el casco medieval de Rotemburgo o la iglesia de Wies son los puntos álgidos de la ruta, aunque casi no hay un solo kilómetro que no sea de gran interés. Otra buena ruta para descubrir el lado secreto más encantador de la nación alemana se encuentra en el valle del Mosela. Se trata de una zona en la que crecieron las fortificaciones medievales y aún hoy se pueden ver muchas de ellas. Ciudades tan antiguas como Tréveris también forman parte de esta ruta, tanto como los antiguos viñedos que siempre han producido uno de los mejores vinos de Europa.

Qué hacer en Alemania

Entre los muchos planes que se pueden hacer desde un hostal o cualquier otra forma de alojamiento, destacan los de explorar algunas de las ciudades más interesantes de Alemania. Evidentemente, Berlín tiene que se uno de los puntos de parada obligada. Una ruta por la ciudad es un plan excelente que pone en bandeja el hecho de vivir experiencias como la que ofrece la Isla de los Museos y otros muchos lugares. Al sur del país está Múnich. La capital bávara es la segunda ciudad que no hay que perderse durante la ruta por este país del corazón de Europa, y es que cuenta con una historia y un legado patrimonial realmente interesante. Que estas dos sean las más interesantes no quita para que haya otras muchas localidades que no hay que perderse de ninguna forma. Hamburgo al norte es un buen ejemplo gracias a uno de los mayores puertos del mundo y a una arquitectura industrial que crea un paisaje único. Colonia cuenta con una de las mayores catedrales europeas, un lugar donde se encuentran los restos de los Reyes Magos. Frankfurt o Dresde son también destinos que hay que tener apuntados para poder disfrutar de la experiencia más completa en la zona.

Donde dormir

Alemania es un país que da opciones de alojamiento para cualquiera. Las grandes capitales ofrecen tanto hoteles de alto nivel como hostales económicos e incluso una amplísima variedad de apartamentos que se pueden disfrutar con toda libertad. Al margen del alojamiento que se encuentra dentro de las ciudades, las zonas rurales alemanas también ofrecen casas de campo y otras construcciones con encanto en las que es posible disfrutar de una experiencia muy auténtica de turismo rural sin renunciar al más alto nivel de comodidad.

Transporte

Llegar a Alemania es de lo más sencillo. Todas sus grandes ciudades cuentan con uno o varios aeropuertos. Berlín o Múnich son las mejores opciones y conviene coger uno u otro en función de si se viaja al norte o al sur del país. También es posible llegar al país conduciendo o en tren, aunque ambas opciones exigen viajes bastante más largos. En cuanto a moverse por el interior, hay muchas opciones disponibles como los trenes públicos. Sin embargo, puede que lo más aconsejable sea alquilar un coche si se quiere ir a varias ciudades. Las carreteras alemanas son excelentes, así que no hay ningún riesgo a la hora de conducir por ellas.

Otros datos de interés

Es importante elegir bien la época para visitar Alemania. Es cierto que se puede hacer durante casi todo el año y que incluso en invierno las ciudades adquieren un encanto muy especial por la nieve. Sin embargo, la mejor época de todas es la que se concentra en los meses de primavera. En estos, el frío ha desaparecido ya y el calor del verano aún no se deja ver, por lo que se puede viajar con un nivel de confort muy alto. Por otro lado, hay que aprovechar el alojamiento en Alemania para disfrutar de su gastronomía. Codillo, salchichas, chucrut y otros muchos más platos son algunas de las especialidades que se pueden encontrar en los restaurantes de todo el país para disfrutar de la experiencia alemana al máximo.