Hotel Rheinischer Hof

Viajar a la localidad de Garmisch-Partenkirchen, en el estado alemán de Baviera, al sur del país y próximo a la frontera con Austria, sugiere una interesante opción para alojarse en el Hotel Rheinischer Hof, un tranquilo y discreto espacio de vacaciones perfecto para conocer este pintoresco pueblo y sus alrededores, cautivadores núcleos históricos con un maravilloso paisaje natural que combina con la tradicional hospitalidad bávara. Además, la zona es popular por celebrar y ser escenario de numerosos deportes de invierno y reúne las condiciones necesarias para atraer a los amantes de este tipo de actividades. En el establecimiento, los huéspedes pueden encontrar acogedoras habitaciones orientadas al máximo descanso, con elegantes espacios con distintos tipos de capacidad para poder convertir la estancia en un momento íntimo y relajado. Aquellos que visiten el complejo por asuntos de negocios tienen a su disposición dos salas para la celebración de eventos de empresa o reuniones en grupo, perfectamente iluminadas y con un equipamiento técnico que permitirá el éxito de cualquier estilo de acontecimiento. Asimismo, el hotel alberga un centro de bienestar con saunas, salas de relajación, solárium y diferentes tratamientos corporales. Su restaurante propone un variado catálogo de especialidades locales y una suculenta cocina internacional, además de alojar un bar donde poder disfrutar de un aperitivo o bebida en la mejor compañía.

El hotel se localiza en Zugspitzstr. 76, en una aldea que antiguamente servía como destino de celebración de ferias y mercados, próximo a la única estación de esquí con glaciar del país, que comprende 60 kilómetros de pistas con diferentes niveles de dificultad. Los huéspedes pueden llevar a cabo excursiones por la naturaleza, entre referentes locales como el Partnachklamm, una formación rocosa de excepcional belleza, o la Zugspitze, una cumbre de casi 3000 metros de altitud, a la que acceder desde el lago Eibsee, a través del tren Zugspitzbahn. En el pueblo, pueden recorrerse sus pintorescas calles con casas decoradas en un estilo artístico, tabernas típicas y atractivos restaurantes tradicionales.