Andorra. Un país en los Pirineos

Andorra es ese país encastrado en los Pirineos en el que, mientras uno circula por sus carreteras de montaña o camina por los senderos trazados entre jóvenes ríos, tupidos bosques y profundos cañones, siente la seguridad de que el maridaje entre naturaleza y hombre es claramente, tal y como se han encargado de demostrar los 65.000 individuos empadronados en el Principado, es perfectamente posible.

El pequeño principado de Andorra se encuentra situado en mitad de los Pirineos siendo uno de los países europeos de menor extensión. Pero que sea pequeño no quita para que encierre una enorme variedad de lugares de interés, y es que por sus antiguas calles y pueblos pueden verse desde monumentos de origen románico a esas grandes estaciones de esquí que hoy son las que dan fama en todo el mundo al país. Por ello, cualquier tipo de viajero, desde familias a parejas o amantes de los deportes, encontrarán aquí la oportunidad de vivir una experiencia única.

Formado por una suma de valles que, curiosamente, tienen en todos los casos, forma de y (de esto tienen la culpa el trazo de los ríos Valira Norte y Valira de Oriente), ubicarse en este país es de una facilidad pasmosa. Tan sólo hay que seguir la carretera que, viniendo de España por Seu de Urgell, va enlazando las parroquias del país cuales abalorios de un collar: Canillo, Encamp, Ordino, la Massana, Andorra la Vella, Sant Julià de Lòria… y Escaldes-Engordany. El viaje no tiene pérdida.

El entorno natural es privilegiado, tanto como para hacer de su conocer toda una terapia de tranquilidad, de belleza para el espíritu. Y lo mismo puede decirse del recorrer por el mundo cultural del país, representado, primero que nada, en las muchas y bellas iglesias románicas que lo jalonan… con una especial mención y atención a las de Sant Joan de Caselles o Sant Miquel d’Engolasters. Serían estos dos buenos lugares para comenzar una ruta por la cultura andorrana, una ruta que luego puede proseguir por curiosos museos como el Museo del Tabaco, lógico en un país en el que todavía podemos encontrar plantaciones tabacaleras; el Museo de Maquetas de Arte Románico; el Matrioshka, dedicado a las muñecas rusas; el Museo Nacional del Automóvil o el Museo del Perfume. ¿Verdad que apetece?.

Claro que, en muchos casos, la rica cultura de Andorra no suele ser el principal motivo por el que se viaja a este país. Los principales suelen ser dos: esquí y compras. Así, si en el primero de los casos, los 281 kilómetros de pistas son una suerte de caramelo, irrechazable, para los amantes del deporte del ski, el régimen fiscal de precios que favorece a los más de cuatro mil comercios andorranos, es una excusa de siempre para acercarse hasta aquí… ya sea en invierno o verano; primavera u otoño. Aunque ya se hace menos de lo que se hacía tiempo atrás, el turismo de compras sigue estando detrás de muchas de las visitas que se hacen a Andorra.

Volviendo al deporte, si Andorra es atractiva en épocas de nieves, no lo es menos cuando el manto blanco desaparece. Entonces, Andorra se convierte en una suerte de paraíso para la práctica del turismo activo. Quien venga hasta aquí en días sin nieve, sobretodo en meses de verano, podrá disfrutar de recorridos a pie o en bicicleta, trayectos en globo, carreras con quads, descenso de barrancos, bajadas con tirolina, tiro al arco y completos y entretenidos circuitos de orientación en rincones espectaculares. Son programas multiaventura para extraer adrenalina disfrutando del paisaje. Las webs de las estaciones de esquí ofertan interesantes paquetes que combinan la aventura con otras actividades más tranquilas. Para que unos y otros saquen el verdadero jugo de este riquísimo y enérgico país de los Pirineos.

Qué ver en Andorra

Son muchos los rincones del principado que invitan a perderse para descubrir de cerca sus tradiciones y costumbres. Sin duda alguna, una visita al país deberá comenzar por explorar su capital. La ciudad de Andorra La Vella cuenta con algunos de los lugares más interesantes de todo el país. Hablamos de grandes edificios religiosos como la iglesia de San Esteban o de monumentos civiles como Casa de la Vall o la Nobleza de los Tiempos, un conjunto escultórico de lo más interesante. Al margen de ello, también hay que acercarse a otras zonas principado para no perderse todo lo que este país tiene que ofrecer. Una buena ruta incluirá parajes como El Pas de la Casa o Soldeu, espacios en los que la diversión y el turismo de alto nivel están más que asegurados.

Qué hacer en Andorra

Los planes en el principado pirenaico pasan por disfrutar de su imponente naturaleza y por aprovechar algunas instalaciones que solo se pueden encontrar aquí. El país cuenta con una gran variedad de estaciones de esquí. Así, disfrutar de los deportes de invierno en parajes como Arinsal o Grand Valira es algo que nadie debería dejar de hacer siempre que tenga la oportunidad. Pero los alrededores de estas grandes estaciones de esquí ofrecen también la oportunidad de moverse por la naturaleza para practicar senderismo y otras muchas actividades similares. Volviendo a la capital, el ambiente cultural y de ocio nocturno que se respira en sus calles es el mejor de toda la zona, por lo que merece la pena explorarlo a fondo para descubrirlo.

Dónde dormir en Andorra

Por suerte para el viajero, este es un país con una gran oferta de alojamiento debido a que muchas de sus principales localidades se dedican al turismo. En el principado no es nada difícil encontrar desde un apartamento en los grandes núcleos urbanos hasta habitaciones de hotel o de hostal en cualquier lugar. Andorra ofrece hoteles ideales para niños y para parejas, con zonas de spa,  instalaciones deportivas y todo tipo de entretenimiento para todos los gustos. No hay que olvidar tampoco que muchas estaciones de esquí cuentan con complejos hoteleros propios y hoteles a pie de pistas, una opción muy interesante.

Transporte

La principal vía de comunicación de Andorra con España y Francia es la carretera. Esta opción permite llegar a su capital en autobús desde algunas localidades cercanas como Lleida. Si se quiere usar un aeropuerto, el más cercano es también el de Lleida existiendo desde este un servicio de conexión con las ciudades y estaciones de esquí del principado.

Otros datos de interés

Comer en este país de los Pirineos debe ser uno de los aspectos destacados de la visita, ya que la gastronomía local es muy rica. Influenciada en gran parte por la cocina catalana con influjos italianos y franceses, entre los platos más típicos del país se puede encontrar la escudella de pagès, las colmenillas rellenas con carne de cerca o la muy valorada por los expertos tortilla de río a la andorrana. En las mesas de invierno nunca falta el vino especiado para beber y, para terminar, un postre cien por cien andorrano como es la crostada.