El hotel está en una callejuela muy chula y tranquila a 2 minutos de la estación de tren y metro que lleva directo al aeropuerto. Bares, comercios y a 8 minutos de la Catedral. Limpio, habitaciones amplias y personal atento. Si vuelvo a Viena repetiría sin duda.
Lo mejor la habitación, era muy amplia y con terraza. La cama grande y comodísima.
No me gustó mucho el desayuno, te lo sacaban ellos con una bandeja, no había buffet para elegir y de bollería sólo croissant. Pero todo estaba muy bueno.
Increíble, nos encantó. La zona está súper bien conectada con todos los puntos de interés de la ciudad. La habitación genial,
cómoda y limpia. Sin duda nos volveríamos a alojar en este hotel.
100% recomendable. A escasos metros de una parada de metro y de la estación hbf, y a un paseo agradable del centro.
Todo limpio, mobiliario y baños nuevos, personal amable.
La habitación muy bien y limpia. El baño muy amplio. El desayuno muy completo. Íbamos con coche y pudimos dejarlo en la calle muy cerca porque el parking es gratis el fin de semana. La ubicación del hotel excelente