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Ideal para plantearse excursiones y actividades por la montaña tirolesa, el Hotel Sportresort Hohe Salve ofrece, entre otros atractivos, una fantástica fotografía desde las ventanas de sus habitaciones: nada menos que 710 picos, todos ellos por encima de los 3.000 metros de altura. Luego, al profundizar en este territorio, lo que se encuentra son parajes de frondosos bosques y profundos valles atravesados de caminos y punteados de pequeñas y bucólicas cabañas de madera.
Preparado tanto para ofrecer estancias en invierno como en verano, el hotel aparte de espacios comunes, como una deliciosa terraza y un acogedor cuarto de estar con chimenea, ofrece 54 habitaciones, de ambiente cálido y acogedor y amplias dimensiones, equipadas con, entre otras facilidades, televisión de plasma con conexión a canales de cable y caja de seguridad gratuita. Por lo demás, entre los servicios del hotel destaca un apetecible spa, con sauna y baño de vapor, y un restaurante de comida típica tirolesa, en el que se sirven desayunos buffet, comidas y cenas.
Algo que no se debería de dejar de hacer, incluso, aunque no se esquíe, es coger el telesilla que hay junto al alojamiento y subir hasta la cima de la estación. El espectáculo resulta sencillamente espectacular.
