Costa Blanca

La provincia de Alicante tiene más de 200 kilómetros de costa donde se alternan playas de arenas suaves y espacios abiertos, con calas escondidas y de pequeños cantos rodados. La denominación turística Costa Blanca se refiere a ese litoral, pero también incluye la parte interior montañosa y escarpada con un paisaje sorprendente. De hecho, Alicante es la segunda provincia española con más montañas; algunas de ellas se yerguen directamente desde el mar como el Peñón de Ifach, en Calpe, o se asoman a él como el Montgó, entre Denia y Xavea. La Costa Blanca es una de las zonas de España con más hoteles disponibles. Hoteles que se pueden encontrar junto a la misma playa y otros que se distribuyen por el interior de la provincia. La oferta hotelera es altamente competitiva y atrae a miles de personas a lo largo de todo el año. El bullicioso y cosmopolita Benidorm es un caso paradigmático de esa oferta y de su variedad. Lo cual contrasta con el encanto y la tranquilidad de Altea, que no es lo que era, pero sigue manteniendo ese sabor particular de su parte vieja. La Costa Blanca tiene más de cincuenta banderas azules en sus playas. Es una de las zonas turísticas mediterráneas más conocida e internacionalizada. Muchos de sus municipios cuentan con población extranjera estable, que ha instalado sus primeras viviendas en la provincia. El sol, la luz y el clima privilegiado atraen a gentes de todas partes del mundo para disfrutar de un mar tranquilo y de la bondad de sus temperaturas.Los hoteles de la Costa Blanca permiten realizar multitud de actividades. Las más habituales y típicas son las de tumbona, toalla, sombrilla y playa. Otras que incluyen actividades náuticas y subacuáticas, pues existen en casi todas las localidades empresas que se dedican a atender estas demandas entre los visitantes con motos acuáticas, patines, piraguas, materiales para buceo y todo lo que se pueda imaginar en este campo. A su vez, en la Costa Blanca también se ofrecen actividades de senderismo bien sea por las montañas interiores de la provincia, bien por los caminos que surcan la costa y conectan calas, playas, acantilados y cabos. Por ejemplo, para explorar los entornos del cabo de la Nao o del de San Antonio. Las actividades de trekking también se pueden contratar en muchos de los hoteles de la Costa Blanca y permiten conocer un territorio dispar, lleno de aromas de plantas mediterráneas, encinas y pinos, junto con arbustos que parecen salidos de tierras áridas y otros grandes palmerales como los de Elche, próximos también a Santa Pola o Torrevieja. Desde los hoteles situados en el litoral es muy fácil y cómodo el acceso a los valles interiores de la provincia. Los paseos por la sierra de Aitana o la de Mariola son una de las opciones. Pero también es muy interesante la posibilidad de visitar el rico legado monumental de la zona. Por allí han pasado fenicios, cartagineses, romanos… Dentro de ese patrimonio, la capital, Alicante tiene una serie de lugares de obligada visita como el Castell de Santa Bárbara o la basílica de Santa María. O el monasterio de la Santa Faz a pocos kilómetros del centro. E incluso la idílica isla de Tabarca a la que se puede acceder con un pequeño barquito de servicio regular. En las proximidades de Benidorm, desde el año 2000, se encuentran las instalaciones del Parque temático de Terra Mítica, que ofrece un sinfín de atracciones que se han construido en torno a la simulación de las civilizaciones del Mediterráneo. En la capital, Alicante, la fecha más importante está marcada en el calendario por las fiestas de San Juan. Las hogueras, la luz entorno al solsticio de verano, llenan de magia las noches de esos días, donde quienes quieran participar de ellas tienen que reservar con antelación su estancia en los hoteles de la zona. Ese ambiente “festero” se encuentra en todas las localidades de la Costa Blanca, donde la tradición de “Moros y Cristianos” es una de las más llamativas, vistosas y coloristas. Entre ellas, destacan las de Alcoy y las de Ibi, localidades del interior llenas de vitalidad y dinamismo. Como también lo es Xixona, popular como toda la provincia por sus dulces y postres, entre ellos especialmente los turrones y la heladería artesana de mil formas y sabores.Los hoteles y restaurantes de la Costa Blanca ofrecen una rica gastronomía donde los arroces, las verduras y el pescado son platos indispensables. El arroz “al forn”, con costra, a la alicantina y otras muchas variedades de guisos y platos se pueden acompañar también de buenos vinos de la denominación de origen protegida de vinos de Alicante.