​Korcula

Con el nombre de Korcula se conoce a una de las islas más verdes del mar Adriático, una isla que sorprende por lo colorido de sus bosques, la mezcla de tradiciones que posee, sus playas y cuevas. Se encuentra a unos 20 kilómetros de la costa entre Makarska y Ploce en el condado de Dubrovnik-Neretva en Croacia. Su nombre significa la isla de Corfú Negra debido al color de sus bosques poblados de pino negro europeo.

Existen diversas historias relacionadas con el nacimiento de esta isla, una de las más asentadas se basa en la llegada de Antenor mientras huía de Troya quien fue considerado el fundador de la misma. La relevancia de esta isla reside en su capacidad para proveer de piedras para la construcción de edificios a países lejanos como Viena o Estocolmo.

Qué ver en esta isla

La ciudad de Korcula mantiene el aspecto de una típica villa medieval dálmata donde las torres rojas de defensa y las casas con tejados coloridos pueblan sus calles para crear un escenario propio de una época anterior.

La isla es famosa porque sus ciudadanos aseguran que allí nació Marco Polo siendo el museo dedicado a él una de las principales atracciones de la misma.

Al este de la isla se encuentra la Catedral de San Marcos, construida por los canteros originarios que tardaron 150 años en completar su obra. En su interior se pueden contemplar dos pinturas de Tintoretto que no dejarán a nadie indiferente.

Justo a la izquierda de esta Catedral se sitúa la famosa Iglesia de San pedro, un edificio de arquitectura gótica con portada Renacentista que merece la pena visitarla.

Las calles de la isla están compuestas por casas de estilo gótico y poseen numerosos museos con réplicas de la Edad Media y esculturas de piedra de gran realismo que harán las delicias de los turistas que buscan un ambiente cargado de cultura durante su estancia.

Otro lugar que no puede faltar en el itinerario de los turistas es la iglesia de Todos los Santos, un lugar que alberga en su interior diversas reliquias de gran interés arqueológico. Anexo a esta iglesia se sitúa el Palacio de la Cofradía de Todos los Santos S.XV que alberga el Museo de Iconos.

Aquellos turistas que prefieran los entornos naturales únicos y sorprendentes también podrán encontrar lo que buscan en esta isla. En su parte sur se pueden visitar numerosas playas, más de 200 calas y cuevas que componen un espectáculo para la vista inigualable.

Qué hacer en la isla

En esta isla se pueden encontrar lugares naturales de gran belleza que harán las delicias de los amantes de las actividades acuáticas. En Putnatska Luka, un pueblo marinero de Korcula se pueden encontrar playas con guijarros donde pasar una jornada de playa inolvidable en un entorno plateado inmejorable. En la isla de Badija a la que se puede llegar fácilmente en fueraborda se encuentra un monasterio del siglo XV donde se puede pernoctar para vivir una experiencia diferente y sorprendente.

Dónde dormir en Korcula

Cuando se camina por Korcula es muy fácil encontrar carteles sobre los edificios que indican que pueden utilizarse como alojamiento. Casas privadas que ofrecen habitaciones en alquiler es una forma de alojamiento muy habitual en esta isla. Además de esta opción, también se puede hacer uso de un hotel situado en el centro de la isla que hará mucho más sencillos los desplazamientos por la misma o un hostal.

Transporte en la isla

Para llegar a la isla desde el aeropuerto de Dubrovnik la mejor opción es el ferri de Jadrolinija en Split. También es posible hacer uso de un catamarán que une Split con Vale Luka.

Una forma interesante de recorrer las maravillas que este destino turístico posee es contar con un vehículo de alquiler con el que moverse libremente. Pero en este caso, ya que las calles de la isla están cargadas de encanto medieval, pasear por ellas, ir recorriendo sus maravillas a pie es una alternativa que no debe rechazarse.

Otros datos de interés

Una de las tradiciones que se conservan en Korcula son las danzas caballerescas que se celebran por toda la isla. En esta danza se escenifica la danza Moreska, un espectáculo que encandilará a todo aquel que lo contemple y que suele celebrarse durante la fiesta de San Teodoro, patrono local, en julio.