Bolonia
La Playa de Bolonia es uno de esos paisajes que se quedan grabados en la memoria. Y es que esta playa de la provincia de Cádiz es una de las pocas que guarda su aspecto natural. Pertenece al municipio de Tarifa, y ofrece una panorámica que engancha. Para llegar a Bolonia se necesita vehículo privado, ya que no hay transporte público (a no ser que se viaje en taxi). Se accede a ella a través de la N-340, desde donde se coge un desvío hacia una carretera con curvas y estrecha que lleva hasta su dominios.
A pesar de que en los últimos años se ha convertido en un destino muy popular, sobre todo en los meses verano, Bolonia cuenta con pocos establecimientos hoteleros, por lo que es más que una buena idea reservar el alojamiento con tiempo, si uno quiere alojarse en la misma playa de Bolonia. Bolonia se divide en tres partes: la zona de la duna, la playa principal y una zona más apartada en dirección a Tarifa con playas y calas solitarias (en muchas de ellas se practica naturismo). Dependiendo de lo que busquemos nos decantaremos por una zona u otra. Eso sí, elijamos la que elijamos para disfrutar de la playa, no hay que dejar de ir a conocer su duna, el principal atractivo del lugar. Es cambiante y cada jornada, debido al viento que suele hacer acto de presencia muchos días al año, va transformándose. Los más hábiles y jóvenes suben en un plis plas hasta arriba, si no que se lo digan a los niños que luego se deslizan rodando hasta sus pies. Si no estáis en forma, subid poco a poco y con cuidado, ¡que luego hay que bajar!
Al ser una zona seminatural hay pocos servicios, por eso no está de más hacerse con unos víveres básicos para pasar el día en la playa. Aún así, sí que hay chiringuitos y bares, donde acudir a tomar algo fresquito, ubicados casi todos ellos en el núcleo urbano de El Lentiscal. También hay que saber que no hay tumbonas ni toldos, por lo que las sombrillas y las toallas habrá que traerlas de casa. Lo que sí que hay en Bolonia es aparcamiento. Eso sí, en temporada alta es difícil encontrar aparcamiento, sobre todo los fines de semana en las horas punta. Así que nuestro consejo es que madruguéis para poder coger un buen sitio en la playa.
En Bolonia, además, hay mucho por descubrir como las interesantes ruinas arqueológicas de la ciudad romana de Baelo Claudia, ubicada en la zona central de Bolonia. Llama la atención su buen estado de conservación. Se puede visitar de manera gratuita para conocer un poco más sobre el pasado romano de la zona. Cuenta con un centro de visitantes y un museo que explican entre otras cosas cómo se elaboraba el garum, una especialidad gastronómica romana que se hacía con las tripas de los pescados, y que fue la impulsora de la pesca del atún en la zona.
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