La Sierra de Grazalema, allá donde más llueve

Cresta del extremo más occidental de la cordillera Subbetica, sus alturas, entorno a los 1.500 metros (el pico del Pinar se eleva hasta los 1.654 metros) hacen de muro para con los húmedos vientos atlánticos, los cuales no tienen más remedio, al ver cortado su paso, que descargar aquí su carga de lluvia… que, en índices de pluviosidad, alcanza los 2.500 mm. Esto se traduce en una altísima variedad biológica: nada menos que 1.375 especies, de las que seis responden a la leyenda en peligro de extinción, 15 a la de vulnerables y 3 a la de Interés especial. Esto sólo en lo referente a la flora, puesto que, si entramos en los animalitos que habitan estos bosques y sierras, estamos hablando de más de doscientas especies de vertebrados (entre ellos, 44 especies de mamíferos y una de las colonias de buitres leonados más pobladas de toda Europa).

Claro que, si atractiva es la sierra, tampoco se quedan atrás los muchos –y bellos- caseríos que el viaje, para llegar hasta aquí, va dejando atrás: Benaocaz, Zahara de la Sierra, Ubrique, Algodonales, Ronda….y, por supuesto, la blanca villa de Grazalema, con sus talleres de mantas y sus fuentes cantarinas Se venga por donde se venga, el viaje será un torrente de sensaciones, de emociones… de postales.

A la salida de una curva

Si se viene desde Arcos de la Frontera será a la salida de una curva (literalmente hablando) cuando el hábitat de secano de paso, sin espacio de transición, a todo un vergel de exuberante y densa foresta. Así, mientras se continúa por esta carretera, el bosque se irá haciendo fuerte a los márgenes… hasta llegar arriba, al Puerto de las Cumbres, desde donde se divisarán maravillosas vistas de la Sierra del Pinar y de sus imponentes crestas del Torreón y Pico de San Cristóbal… y del célebre pinsapar o bosque de pinsapos, una conífera que, ahora exclusivamente presente en sierras de Cádiz (Grazalema, una de ellas), Málaga y Rif (Marruecos) es una suerte de fósil viviente que nos ha llegado desde el Terciario (hace 15 millones de años), cuando África y Europa estaban unidas a través del estrecho de Gibraltar y este árbol estaba presente a lo largo de toda la orilla del Mediterráneo.

¿Qué, apetece seguir el sendero que lleva a este bosque? A un kilómetro del cruce de la carretera A-372, El Bosque-Grazalema, con la CA-9104, en dirección Zahara de la Sierra, un área de descanso, a pie de carretera y con aparcamientos, marca el inicio de la senda. Son doce kilómetros, está completamente señalizado y llevará unas seis horas cubrirlo –antes de hacerlo habrá que contar con el permiso pertinente concedido por la oficina del parque, en la localidad de Grazalema-. Ah. Dicho queda que llueve bastante así que, sea la época del año que sea, convendrá llevar un buen calzado y chubasquero.