Calahonda

Ubicada en la costa granadina, no lejos de Motril, la mayoría de la población de Calahonda es de origen británico –no hay más que darse una vuelta por aquí para comprobar los muchos comercios y locales rotulados en la lengua de Shakespeare que hay en el lugar- por lo que quizás bien podría ser apelada Calahonda como “The little Great Britain”.

Calahonda cuenta con un número de playas accesibles de arena blanca, que se extienden desde la Riviera hasta Playa de Cabopino. A lo largo de todo este tramo de fachada litoral, los bañistas pueden darse un chapuzón en las cálidas aguas del Mediterráneo, en donde se puede tomar un bocado en cualquiera de los bares por allí dispuestos.

Además, el viajero debe saber que, por esta zona, diversos establecimientos ofrecen una más que apetitosa muestra de gastronomía, incluyendo el filete tártaro, mejillones al estilo belga, diversos preparados en carne…

En verano Calahonda es población bastante concurrida, por lo que quizás apetezca la idea de escaparse hacia las colinas que rodean la localidad. Desde allá arriba las vistas son hermosas y, en los días despejados, la mirada alcanza, incluso, hasta el Peñón de Gibraltar.