Broto

La localidad de Broto se emplaza en la provincia de Huesca, en Aragón. Es un pueblo pequeño, de en torno a 500 habitantes, y parte de su territorio se enmarca dentro del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, por lo que es la localidad perfecta para escapar de la rutina y del ajetreo de la ciudad. La población se sitúa junto al río Ara y queda en la cabecera del Valle de Broto, lo que le confiere gran belleza natural al entorno. Además, su calle principal, a la que dan los principales negocios de la villa, es una carretera nacional conocida como Avenida Ordesa a su paso por la villa.

En la localidad los viajeros podrán admirar la iglesia de San Pedro Apóstol, cuya historia se remonta al siglo XVI y es de estilo gótico aragonés mezclado con estilo renacentista. De la iglesia llama la atención su alta torre defensiva. Asimismo, en la zona se pueden visitar la Ermita de San Blas y la Ermita de San Clemente, de arquitectura tradicional. Y los aficionados al senderismo seguro que disfrutan de la ruta de 6 kilómetros que hay hasta la Ermita de la Virgen de Morillo.

Al situarse junto al parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, los viajeros podrán practicar una amplia variedad de deportes de exterior en las proximidades del alojamiento. Broto, por ejemplo, es la puerta de acceso a la cascada de Sorrosal, que se encuentra en un barranco donde también se emplaza la vía ferrata del mismo nombre, perfecta para aquellos viajeros que deseen disfrutar de una experiencia diferente. Además, a menos de una hora de distancia se encuentran las famosas pistas de esquí de Formigal y Panticosa, perfectas para las escapadas invernales. Y desde la localidad se pueden coger varias rutas de senderismo, tanto de largo como de corto recorrido. La más famosa es la Senda Pirenaica GR11, de Bujaruelo a Góriz pasando por Puente de los Navarros.

La localidad cuenta con una pequeña pero interesante oferta de alojamiento, con hoteles, apartamentos y hostales a disposición de los turistas. Algunos ofrecen vistas al río Ara y otros a las montañas, aunque la gran mayoría se encuentran en la calle principal de la villa, ofreciendo un acceso rápido y sin pérdida para los viajeros. También se puede buscar alojamiento en la cercana villa de Oto o en otras localidades próximas que se asientan junto al río Ara, como por ejemplo Torla, donde además se emplaza el centro de visitantes del parque nacional.

La ciudad de Huesca se sitúa a unos 90 kilómetros de Broto que se pueden recorrer en una hora y 15 minutos en coche, mientras que Jaca y Panticosa se sitúan a unos 50 minutos, aunque en dirección oeste y otra en dirección norte. Por su parte, la estación de trenes más próxima es la de Sabiñánigo, que queda a unos 40 minutos. Se pueden conseguir autobuses hacia Sabiñánigo desde la localidad, así como autobuses a Aínsa, que se sitúa a 40 kilómetros. Al tratarse de una localidad rural del Pirineo aragonés, lo mejor que pueden hacer los viajeros es traer su propio coche, pues así gozarán de mayor libertad de movimiento.

Es típico de la zona que los días de fiesta los hombres jóvenes bailen una danza tradicional con palos llamada “Paloteao”. La Fiesta Mayor del pueblo es el primer domingo de octubre, mientras que la feria de Broto tiene lugar el 25 de septiembre.

Durante su estancia en el Pirineo aragonés, los viajeros pueden aprovechar para descubrir la gastronomía de Huesca y alrededores, con dulces como el empanadico, las campanas de Huesca, la trenza de Huesca y Almudévar.