Información
La Casa Rural El Portón De Murillo es un establecimiento rural situado en la localidad oscense de Broto, en el Pirineo aragonés, a 8 kilómetros del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el que se ofrecen cinco habitaciones con calefacción, conexión wifi, camas dobles o individuales, armario, escritorio y cuarto de baño. Hay disponible una suite con bañera de hidromasaje en un cuarto de baño de madera, dos estancias dobles con balcón exterior y una suite familiar para cuatro personas. Como zonas comunes hay un salón con zona de comedor y de estar con sofás y televisor, varias salas de reuniones, una cocina, un porche, un amplio jardín y espacio de aparcamiento en las inmediaciones. El entorno natural invita a disfrutar del turismo cultural y gastronómico en el valle y de deportes al aire libre como el senderismo, el cicloturismo y la escalada, además de la nieve en el espacio nórdico de Fanlo y en la estación de Formigal-Panticosa.
Opiniones
Opiniones
5 OpinionesAnónimo, viajó en
Viaje de escapada en pareja
Buen trato. Lugar perfecto para el descanso y alcanzar otros destinos naturales.
Anónimo, viajó en
Viaje de escapada en pareja
Lo mejor de la casa, fue las vistas que teníamos desde la habitación y el trato del dueño que fue muy familiar, la habitación estaba muy bien a excepción del lavabo que era miniatura y casi no cabían ni las manos.
Lo que menos me gustó fue que el desayuno no es buffet libre y tienes que comer lo que te saca el dueño, pero a excepción de esto, estaba buenísima la comida ya que es prácticamente casero todo.
Las calles para subir son muy estrechas y hay que hacer un par de maniobras ya que no gira a la primera.
Anónimo, viajó en
Viaje de escapada en pareja
Lo mejor, el enclave natural en el que se encuentra (vistas de la iglesia románica y la caída de agua de sorrosal).
Pegas: ya que no se facilitan comidas ni cenas, y ofreciendo una sala amplia mesa grande, con vitro con dos fuegos, barbacoa, fregadero y utensilios de cocina para que los alojados puedan prepararse comidas y cenas, faltaría una nevera estándar en condiciones para guardar alimentos, la que hay es pequeña, tipo caravana y se llena con 4 cosillas.
Para las personas con movilidad reducida sería estupendo que enchufen el ascensor, dado que desde la planta baja tienes que salvar una o dos plantas para acceder a las habitaciones o el salón donde se dan los desayunos, terraza y piscina.
Desayuno: peculiar (cada día diferentes, aunque sin posibilidad de elección) y escaso. Si vas a hacer andadas por la zona, son bastante desequilibrados ya que son a base de azúcares (zumo de bote, muy poca fruta natural (1/4 de pera con una cucharada de yogur), repostería casera (1 pieza), hojaldre casero (1 pieza pequeña) y 2 tostadas pequeñas de pan con aceite y mantequilla con mermelada, con posibilidad de repetir tostadas de pan). A nuestro parecer falta algo proteína (jamón, huevo, pavo...)
Si quieres madrugar para andar, mejor no desayunes allí, ya que son a partir de las 8, y si te juntas con mas huéspedes, el desayuno se alarga hasta casi las 9, ya que hay una sola persona para atender a cada mesa (sirve por fases, con explicación de cada plato).
Todo lo suple con una atención personalizada de pedro pablo, atento y muy servicial.
María Jose, viajó en
Valencia
La semana pasada nos alojamos en esta casa. Y desde las instalaciones, la limpieza, el desayuno y el trato ha sido excepcional. Pedro el dueño, es una delicia de persona, nos hizo sentir en casa. Sus desayunos son un espectáculo. La vista de la habitación a una cascada es impresionante. Un lujo la estancia. Los detalles de la casa preciosos, la limpieza y la paz que transmite son una maravilla. Sin duda volveré y la recomiendo 100%. Gracias pedro por tu hospitalidad. Un beso.
Maria Angeles, viajó en
Zaragoza
Viaje de escapada en familia
(comentario sin texto)