Viaje literario a.... Albarracín

Estamos en tiempos de la Reconquista. El ejército almohade ha derrotado al cristiano. Diego de Malagón, hijo del panadero de Albarracín (Teruel) contempla, impotente, como su padre es asesinado y sus hermanas secuestradas. Salva su vida, escapa y llega a Toledo, donde un veterinario llamado Galib, le enseña a curar los caballos. De ahí el título de la obra El Sanador de Caballos.. y de ahí el uso de un oficio para llegar a Sevilla, capital del califato musulmán y liberar a sus hermanas.

Pero mejor dejar el viaje (literario) a Sevilla para mejor ocasión. Volvamos ahora a Albarracín, donde todo nace…la que es localidad natal de Diego. No deja de resultar curioso que en una novela como esta, que transcurre en varios escenarios (Toledo, Marrakech, Cuellar...), sea este pequeño pueblo de la provincia de Teruel el escenario de la novela que más huella deja en la memoria del lector.

La verdad es que, quizás por el encanto de esta ciudad medieval, la villa acaba siendo un personaje más de la novela… un personaje que está en el trazado de sus estrechas y empinadas calles, en el conjunto de su caserío, en muchos de sus hermosos rincones…