​Tarazona

​Tarazona , dentro de la provincia de Zaragoza, tiene consideración de ciudad. De hecho, es la capital de la comarca homónima y de el Moncayo y sus orígenes son realmente remotos. Basta decir, por ejemplo, que es la sede episcopal de la diócesis de la región desde el año 449 d.C., al menos. Además, su ubicación siempre ha sido clave dentro de la meseta castellana y del valle del río Ebro. De hecho, ocupaba el espacio geográfico que, históricamente, marcaba la frontera entre los reinos de Navarra, Castilla y Aragón.

Qué ver en Tarazona

El patrimonio arquitectónico, histórico y cultural que, hoy en día, se puede visitar dentro de esta ciudad aragonesa y zaragozana es incalculable. En primer lugar, hay que decir que el conjunto de su centro histórico está considerado como Conjunto Histórico-Artístico desde el año 1965, por lo que el mero hecho de dar un paseo por sus calles es toda una delicia. De hecho, el poeta Gustavo Adolfo Bécquer, tras realizar una visita al lugar, definió a la ciudad como 'la pequeña Toledo aragonesa'. Mención especial merece, dentro de este casco urbano, la Catedral de Nuestra Señora de la Huerta. Es una de las primeras de estilo gótico de todo el país y su construcción se llevó a cabo entre mediados del siglo XII y del siglo XIII.

Qué hacer en Tarazona

En esta ciudad hay mucho que hacer. Una de las actividades más populares consisten en recorrer el laberinto de callejuelas que conforman la Judería, es decir, el antiguo barrio judío de la ciudad. Se sabe que existe desde el siglo XII y, la verdad, goza de un estado de conservación estupendo. Por su parte, también es buena opción pasear por los alrededores de la antigua muralla que, en la época medieval, marcaba los límites de la urbe y servía para su defensa. Como curiosidad, al igual que sucede en Cuenca, este municipio también cuenta con casas colgadas. El Palacio de Eguarás, el Teatro de Bellas Artes y la Plaza de Toros Vieja son otros lugares de obligada visita.

Dónde dormir en ​Tarazona

Esta es una ciudad relativamente grande e importante en términos turísticos. Por ello, cuenta con una oferta de alojamiento realmente variada e interesante. En primer lugar, tanto en su centro histórico como en los alrededores es posible encontrar fácilmente un hotel de 3 o 4 estrellas en el que disfrutar de una estancia marcada por el confort y el relax. Por lo general, estos ofrecen servicios de desayunos, habitaciones privadas con cuarto de baño privado y mucho más. Pero, de igual modo, aquellos que viajan con un presupuesto más ajustado pueden apostar por reservar una estancia en un hostal económico. También es posible encontrar apartamentos turísticos y casas rurales.

Transporte

Muchas de las personas que se animan a visitar Tarazona, si proceden de ciudades lejanas a su territorio, apuestan por tomar un vuelo que les lleve hasta el aeropuerto de Zaragoza, el cual queda a 80 kilómetros de distancia. Desde allí es necesario viajar al centro de la capital de Aragón para tomar los autobuses de Therpasa o Linecar que llevan hasta el municipio y que se dirigen, respectivamente, a Soria y Pamplona. Por su parte, el municipio cuenta con excelentes conexiones por carretera. De hecho, está conectado con las autopistas AP-68 y AP-15 y con las carreteras nacionales CN-232, CN-122 y CN-111.

Otros datos de interés

El 27 de agosto tiene lugar la festividad más celebrada de Tarazona. En concreto, se trata del 'Cipotegato' y se celebran en honor a San Atilano. En la plaza principal de la ciudad aparece un sujeto vestido de arlequín al cual se le arrojan tomates.