Información
El Hostal Milmarcos es una opción idónea para alojarse en Zaragoza y disfrutar de la archiconocida hospitalidad aragonesa. Emplazado entre la estación del AVE de Delicias y la plaza de las Catedrales, donde se encuentran el Pilar y La Seo, se trata de un alojamiento de dos estrellas asequible, sencillo, agradable y apropiado para moverse por la capital del Ebro cómodamente. Dispone de habitaciones con capacidad para una, dos y tres personas, por lo que da cumplido servicio a las necesidades de una amplia variedad de viajeros. La tranquilidad de la zona no lo exime de encontrarse próximo a algunos de los enclaves más emblemáticos de Zaragoza. Así, el museo Pablo Serrano se encuentra a apenas 200 metros de distancia, mientras que al río Ebro y a la plaza de España se llega dando un paseo de alrededor de media hora. La recepción se encuentra disponible día y noche, mientras que las instalaciones disponen de mostrador de información turística, salón común de televisión, wifi en las habitaciones y atención trilingüe, en español, inglés y rumano.
Opiniones
Opiniones
8 OpinionesAnónimo, viajó en
Viaja solo de escapada
La habitación que me dieron muy pequeña sobre todo la cama era más grande el servicio que la habitación la gente del hostal muy majos tienen guarda maletas que me dejaron guardan la maleta una vez que deje el hostal y el hostal está cerca de las cosas turísticas tienen wifi y tele.
Anónimo, viajó en
Viaje de vacaciones en familia
El hostal es adecuado para dormir y asearte.
Anónimo, viajó en
Viaje de vacaciones en familia
El hostal es adecuado para dormir y asearte.
Anónimo, viajó en
Viaje de escapada en pareja
El hotel está situado en un edificio de viviendas. La habitación no tiene aire acondicionado pero tenían un ventilador. En el baño no había jabón de manos, sino que tenían dispensador de jabón en la mini bañera para champú, gel y jabón de manos todo en uno. Sólo dejan una toalla por persona. La manta que está en el armario está limpia y viene en plástico cerrado. Nuestra habitación daba a un patio interior que no hace corriente de aire. Lo peor, es que estaban pintando las paredes de los pasillos, desde por la mañana hasta la noche por lo que el olor a pintura no es muy agradable.
Candela, viajó en
Pamplona
familia
Destacar la buena disposición del recepcionista, quien nos facilito el desayuno 3 horas antes de la habitual porque debíamos abandonar el hostal muy temprano.
Limpieza aceptable; comodidades normales para una pensión, sin lujos.
Ubicación muy cercana al centro.
Anónimo, viajó en
Viaja solo de escapada
No se lo recomiendo a nadie.