Qué ver en Las Rozas

Las Rozas es un municipio del interior de Asturias, a pocos kilómetros de Cangas de Onís. Un destino rural para aquellos que quieran desconectar del ruido del tráfico de las ciudades, un pequeño paraíso para huir de la rutina que nos marca el día a día y para aventurarse en todo lo que Asturias tiene que ofrecer.

Además de ser un sitio para disfrutar de la calma, Las Rozas es un buen campamento base para descubrir los encantos de una tierra llena de tesoros como Asturias. Esta pequeña localidad con hoteles familiares y pequeños está ubicada junto al Parque Nacional de los Picos de Europa, a los que hay que hacer más de una excursión para dejarse encandilar por los paisajes, en los que el color verde es el principal protagonista. Covadonga, con su famoso Santuario, queda a unos 20 kilómetros de distancia. La carretera para llegar hasta el templo y después para alcanzar los lagos es sinuosa, así que hay que ir con cuidado. Es importante saber que en temporada alta se restringe el tráfico de vehículos privados por lo que se accede a la zona con lanzaderas. En los lagos descubriréis los lagos de Enol y La Ercina y, dependiendo de la época del año, también podréis observar el lago Bricial. Si subís, os recomendamos que os acerquéis hasta el Mirador de Entrelagos, donde se observa un hermosa vista de los lagos más importantes de Covadonga, uno a cada lado de la montaña.

Las Rozas es también un destino que atrae cada año a muchos deportistas que quieren sacar partido a las características del río Sella. Este río es famoso por el descenso que se realiza anualmente en el mes de agosto y que atrae a piragüistas de toda España y de numerosos países europeos. En el Sella existen un gran número de empresas de aventuras en las que se pueden contratar descensos, cursos, guías profesionales e incluso alquilar material. Muchas de las empresas se localizan en la cercana localidad de Cangas de Onís. Cangas de Onís merece también una visita para conocer sus casonas, entre las que destaca la del Soto Cortés o su ruta románica que va desde Arriondas hasta la zona de Cabrales. El símbolo de la ciudad es su puente romano, construido en el siglo XIV y del que cuelga el símbolo de toda Asturias: la Cruz de la Victoria. También se pueden conocer sus cuevas arqueológicas como la cueva del Buxu, la de los Azules o la de la Güelga.

Asimismo hay que tener en cuenta que la costa tampoco queda lejos. De hecho, la localidad de Ribadesella está a unos 25 kilómetros. Allí aguardan, además de su costa, varios lugares de interés como la Cueva de Tito Bustillo, declarada por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad por sus pinturas, grabados y otras manifestaciones de arte rupestre. Tampoco hay que dejar de pasear por su cuidado casco urbano y, por supuesto, hay que acercase a sus playas para disfrutar de un baño en el Cantábrico.