Molinaseca

En pleno corazón del Bierzo se esconde una de las grandes y desconocidas joyas de León, un lugar perfecto para que el viajero pueda perderse en su naturaleza y para descubrir un rincón en el que parece que le tiempo se detuvo hace siglos. Se trata de Molinaseca, un pueblo cargado de sabores, tradiciones y, por supuesto, monumentos que son capaces de transportarte hacia épocas un tanto remotas ya. Esta localidad de pequeñas dimensiones tiene todo lo necesario para ser un destino monumental, algunos de sus lugares de interés cuentan con casi mil años de antigüedad, y de descanso. Su tranquilidad, sus rincones naturales y su gastronomía son motivos para elegir este destino.

Qué ver en Molinaseca

La importancia de esta ciudad se debe al camino de Santiago. El pueblo sigue siendo lugar de paso para esos peregrinos que eligen la Ruta de la Plata para completar la peregrinación, aunque el origen de esta situación se remonta a bastantes siglos atrás. Una de las tradicionales calles que hay que conocer en la localidad es la Calle Real. Casas blasonadas y pintorescas callejuelas empedradas se abren paso en un ambiente que será capaz de captar la imaginación de cualquiera que decida dedicar un rato a esta visita. Por otro lado, el puente que da entrada al pueblo es sin duda uno de esos monumentos que nadie puede dejar de visitar por su encanto y valor monumental. Molinaseca está declarado como Conjunto Histórico por su legado medieval y su buena conservación. Al margen de lo dicho hasta el momento, acercarse a la iglesia de San Nicolás de Bari de estilo neoclásico es también una buena forma de descubrir el encanto de la zona.

Qué hacer en Molinaseca

En los alrededores de esta localidad leonesa hay un buen número de excursiones y planes que pueden llevarse a cabo para disfrutar al máximo de la estancia. Por ejemplo, Ponferrada se encuentra a pocos kilómetros, por lo que la visita debería figurar dentro de los planes de cualquier viajero. Por otro lado, la naturaleza se hace muy presente en las inmediaciones de este pueblo. Se puede recorrer una parte del camino de Santiago, aunque hay otros rincones que merece la pena disfrutar. Por ejemplo, nada lejos está la Cruz de Ferro o el puerto de Foncebadón para aquellos que tengan ganas de vivir la experiencia de la alta montaña.

Dónde dormir

Elegir un hotel o un hostal en el centro de esta localidad leonesa es siempre una buena idea para conseguir la mayor calidad en el hospedaje. Sin duda alguna, el encanto de las casas medievales del centro se ha aprovechado para crear algunos alojamientos capaces de ser tan encantadores como cómodos. Las casas rurales también son muy importantes y resultan ideales para descubrir la naturaleza de una zona que es realmente privilegiada.

Transporte

La mejor opción para llegar a esta localidad desde León es conduciendo. La AP-71 o la A-6 conducen en 1 hora y 20 minutos hasta la ciudad. La distancia es de unos 120 km y el viaje atraviesa algunos parajes de gran valor paisajístico, por lo que se convertirá en una experiencia más del viaje.

Otros datos de interés

La cocina local ha dado tradicionalmente mucha importancia a los embutidos. Encontrar desde salchichones a chorizos es algo bastante frecuente que hay que aprovechar. Con todo, es la cecina la auténtica estrella de los platos de la ciudad y de todo el Bierzo. En Molinaseca suele ofrecerse en unos canutillos acompañados por todo tipo de productos de la zona, algo que resulta realmente exquisito y que conquistará hasta el paladar más exigente.