Zuloaga regresó a Pedraza

Ignacio de Zuloaga regresó a Pedraza… o al menos sus cuadros. El pintor Ignacio Zuloaga compró el castillo de Pedraza (Segovia) a mediados de los años veinte del pasado siglo. Lo rehabilitó y lo convirtió en su estudio y vivienda. Años después, su única nieta, regresó a la que fuera propiedad de su abuelo: el castillo que le correspondió en herencia.

Antes de la llegada de María Rosa Suárez Zuloaga, en el castillo del segoviano pueblo de Pedraza se exponían interesantes obras del pintor. Después de la llegada de María Rosa el lugar se ha convertido en toda una referencia para estudiar la obra del pintor. Entre otras cosas, una sala recoge un variado y emotivo muestrario de enseres y documentos históricos que fueron propiedad del maestro... entre ellos, veintidós trajes de luces pertenecientes a toreros del prestigio de Belmonte, Joselito, El Gallo, Albaicín… además de zahones, capotillos de paseo, castoreños, mantillas, abanicos y demás abalorios.

Y es que Pedraza no sólo acoge lo que ya acogía, esto es, una buena parte de la colección pictórica de Ignacio Zuloaga. Ahora también están en el pueblo que tan estrechamente ligado está al cordero asado, los objetos, muebles y antigüedades que el artista comprara y utilizara en vida. Además, ahora pueden verse en el castillo los retratos que Zuloaga pintó a sus amigos Manuel de Falla y Juan Belmonte, o la obra La familia, que estuvo expuesta en Nueva York. Una visita imprescindible… sin duda.