Atarazanas Reales de Barcelona

Atarazanas Reales de Barcelona

Para entendernos, unas atarazanas son los astilleros de tiempos pasados. En concreto los de Barcelona, llamadas (Drassanes Reials -Atarazanas Reales, si se opta por el nombre en castellano-) fueron construidas entre los siglos XIII y XIV.

Destinadas, en un principio, a la construcción de los navíos de guerra de la Corona de Aragón, las atarazanas estuvieron operativas hasta la Guerra de Sucesión de 1714. Situada Cataluña en el bando perdedor, la actividad naviera se traslada a Cartagena y, de astillero, el edificio pasa a ser cuartel del Ejército. Las cornetas sonaron desde entonces, cada mañana, hasta 1935. Ese año, el Ejército cede las instalaciones al ayuntamiento, que decide utilizar el edificio para ubicar allí el Museu Marítim de Barcelona, uso que se mantiene en la actualidad.

Es uno de los edificios más representativos, de entre los conservados, de la arquitectura gótica europea. Por sí misma la construcción resulta ciertamente espectacular, principalmente los arcos góticos interiores entre los que se ubican las piezas expuestas, navíos con los que el viajero podrá reconstruir, mentalmente, episodios tan históricos como la Batalla de Lepanto.

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