La Sagrada Familia
Seguramente, la obra cumbre del arquitecto Antonio Gaudí, la Sagrada Familia de Barcelona es una inmensa basílica que ha permanecido en obras desde que comenzó a construirse el monumento allá por el año 1882 (y la fecha no es un error tipográfico), y aún no se vislumbra cuando puede darse por finalizada. La continuación de los trabajos son una continua controversia entre los que querrían que el edificio quedara como lo dejó Gaudí y los que quieren terminarlo siguiendo lo que, piensan, hubiera sido el estilo de Gaudí. El problema es que Gaudí cambiaba de ideas sobre la marcha de las obras, prácticamente cada día. No dejó planos, y una maqueta que mandó hacer se perdió durante la Guerra Civil. Así que, después de 130 años de obras, lo que encuentra el viajero que se acerca a este majestuoso edificio, al final de la Calle Gaudí es, ni más ni menos que el máximo exponente de la arquitectura gaudiana y modernista, sobre todo por lo ambicioso e innovador del diseño y estructura del templo, ideado por Gaudí, con cinco naves, tres fachadas monumentales y cuatro torres. La pena es que, de todo ello, a Gaudí tan sólo le dio tiempo a acabar el ábside gótico y la espectacular fachada del Naixement (Nacimiento).Esta joya del modernismo catalán atrae a gran número de turistas; un total de alrededor de 4,5 millones acceden a él pagando una entrada, pero, se estima que cerca de 20 millones de personas se acercan cada año para admirarla. Es sin duda uno de los monumentos más visitados de España (posiblemente el más visitado). La fachada del Nacimiento y la cripta, ambas realizadas por Gaudí, son consideradas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Igualmente, es declarado Bien Cultural de Interés Nacional y, desde el año 2007, uno de los 12 tesoros de España.