Calella

Equidistante a 50 kilómetros de Gerona y de Barcelona, se levanta Calella, la capital turística de la Costa del Maresme. Con poco más de 18.000 habitantes, Calella dispone de unas infraestructuras hoteleras que permiten que la población pueda llegar casi a duplicarse en los meses de mayor afluencia, recibiendo turistas nacionales e internacionales.

Calella cuenta con 3 kilómetros de playa de arena fina dorada, pero también posee, a partir del Capaspre, una serie de calas con menor número de bañistas. Una de esas calas, localizada entre Calella y Sant Pol de Mar, es para uso nudista. La localidad está situada entre el agua del Mediterráneo y el principio del Parque Natural del Montnegre-Corredor.

La calidad de su costa ha permitido que se haya creado un entramado hotelero de gran importancia y excelente servicio. La gran mayoría de los hoteles en Calella se encuentran en la zona de las tres principales playas: Playa Garbí, la Gran Playa y Playa les Roques. Muchos de ellos están adaptados para público familiar y ofrecen servicios para que los más pequeños de la casa disfruten de las vacaciones. La oferta es muy amplia ya que hay más de 18.000 plazas repartidas en hoteles, campings y apartamentos en Calella.

La parte antigua del municipio se extiende alrededor de la iglesia de Santa María. Desde allí las calles guían al turista y lo invitan a que vaya descubriendo todas y cada una de sus 15 plazas. Por la noche, Calella se viste de fiesta y se convierte en un lugar para la diversión, situándose la mayoría de los locales en la zona de la costa que va desde Capaspre a la Calle Diputació.

La situación geográfica de Calella hacen que sea muy cómodo llegar hasta ella. Se puede acceder a la misma en vehículo propio o en transporte público. Existen líneas de autobuses diarias que la unen con las principales ciudades catalanas, así como líneas de ferrocarril. Además, cuenta con un tren que la conecta directamente al aeropuerto de El Prat, de Barcelona, con una frecuencia de una hora en los meses estivales.