Reus

La ciudad que vio nacer a Antonio Gaudí, al general Prim o al pintor Marià Fortuny no es una ciudad cualquiera. Es Reus, la segunda población de Tarragona, que se localiza a escasos 14 kilómetros de la capital de la provincia, siendo un eje industrial que tiene su encanto en su casco, lleno de edificios modernistas de gran atractivo. Asimismo, cuenta con un aeropuerto internacional, cuyo tráfico es de los más importantes del país, teniendo conexiones con las principales ciudades de Europa, sobre todo en los meses de verano. Igualmente dispone de una estación de Renfe, a pocos kilómetros, en Camp de Tarragona, donde paran los trenes de alta velocidad (Alvia y AVE).

Cuando uno se aloja en Reus debe salir de su hotel para pasear por su centro histórico donde aguardan más de 80 edificios catalogados por su importancia arquitectónica, realizados por artistas de la talla de Montaner, Pere Caselles y Joan Rubió i Bellver, entre otros. Caminando por las calles se puede seguir la Ruta del Modernismo de Reus, perfectamente señalizada con placas con nombre del edificio, fecha y nombre del arquitecto. En la misma se han destacado 29 edificios de la localidad catalana entre los que sobresalen algunos como la Casa Navàs (1901), la Casa Rull (1900), la Casa Gasull (1911) y el Instituto Pere Mata (1898).

Si se habla de modernismo, por supuesto, Reus tiene un nombre propio, el de Antonio Gaudí, su hijo predilecto. Por eso la localidad lo homenajea en el Gaudí Centre, un centro expositivo vanguardista que ayuda de manera didáctica e interactiva a comprender la grandeza de este genio catalán. La visita se realiza con audioguías, disponibles en distintos idiomas. Además, Reus tiene mucho más patrimonio como el que se puede observar en la Iglesia Prioral de San Pedro, un monumento que seguro os habrá llamado la atención, ya que se ve desde muchos puntos de la localidad gracias a su torre de 62 metros de altura. Se puede subir a ella para disfrutar de las mejores vistas de Reus y de los alrededores donde el mar y la montaña captarán vuestra atención.

No hay que dejar de señalar que Reus es considerada como la capital del vermú, así que no hay excusa para no disfrutar de esta tradición tan sana y divertida. El vermú se produce en esta localidad desde el siglo XVIII y ha contado a lo largo de la historia con una importante industria respecto a esta bebida. Así que elegid un bar por el centro o recorred la “ruta del vermú”. Eso sí, además de beber, por favor, coged algo de acompañamiento como una tapa, o un platillo de avellanas de Reus (con denominación de origen). Uno de los lugares más emblemáticos son las Bodegas Rofes, aunque también hay que conocer Cal Massó y el Museo de Vermú. Entre tanta bebida, no está de más echarse una siesta antes de seguir, para ello existe una amplia oferta de hoteles y hostales en Reus, adaptados a todo tipo de viajeros, ya que van desde habitaciones en residencias para estudiantes a cuatro estrellas de calidad.

Y a todo ello hay que sumar su cercanía a las playas de la Costa Dorada, donde disfrutar de lugares como Salou, Cambrils o La Pineda. Port Aventura está a escasos 10 kilómetros de distancia y si se quiere conocer el pasado romano de la Península Ibérica, nada mejor que acercarse hasta Tarragona, donde nos espera una amplia oferta de patrimonio cultural.