Parque natural de Penyal d´Ifac

Después de haber dejado el coche en el aparcamiento del puerto –al aparcamiento del propio parque, situado en la base del peñón, tan sólo pueden acceder los vehículos con tarjeta de discapacidad- lo que toca es comenzar a caminar visitando, antes que nada, el Centro de Interpretación del Parque.

Esta parada previa no es sólo aconsejable por aquello de informarse acerca del lugar que se va a visitar. Es que allí es donde le indicarán al viajero si puede, o no, subir al peñón. ¿La razón? En épocas de mucha afluencia el acceso está restringido, medida esta necesaria para preservar el delicado equilibrio ecológico del paraje (en Semana Santa y Verano se recomienda madrugar. Si no se hace, lo más probable es que uno se encuentre con el paso vedado).

Sobre la mejor época para realizar la visita, podría decirse que cualquiera… menos el verano, a no ser que se haga a muy primera hora. El calor pega con fuerza y, en algunos tramos del sendero de subida, siquiera se hallará una sombra bajo protegerse. Hay que tomarse con calma la ascensión, puesto que la ladera es empinada.

Se está disfrutando, se está de vacaciones, no hay prisas, así que hay que tomarse todo el tiempo que se desee para acodarse, por ejemplo, en el mirador que hay al comienzo del camino. Desde ahí se podrá fotografiar una hermosa vista que incluye la isla de Benidorm, Sierra Helada, el Puig Campana, la Sierra de Aitana e, incluso, en un día despejado, hasta la silueta de la isla de Ibiza recortada en el horizonte, situada 70 kilómetros hacia el este.

¿Continuamos? Si la respuesta es sí –habrá que hacerlo en algún momento- habrá que atravesar el túnel que da acceso a la cara oculta del peñón, esa que mira de frente al mar abierto. A los pocos pasos, una duda en forma de bifurcación surge en el camino: el camino de la izquierda nos permitirá llegar a una antigua caseta vigía y el de la derecha nos llevará a la cima del Peñón. El camino de la izquierda es muy tranquilo e interesante, recomendable recorrerlo en todo caso, mientras que el de la derecha es más duro y exigente por la pendiente que encontraremos. Si finalmente elegimos subir a la cima, arriba nos encontraremos con un vértice geodésico. Se puede hacer lo uno y lo otro, o sea, cubrir los dos senderos… pero hay que contar que ello llevará entorno a las tres horas.