Blasco Ibáñez, Sorolla y la Malvarrosa

El rastro de ambos sigue allí… por ejemplo, en la casa de verano de Blasco Ibáñez, hoy convertida en casa museo y donde ser reunían intelectuales, pintores, músicos y sobre todo republicanos. En las distintas estancias de la casa escribió el autor algunas de sus mejores novelas. Después de años de decadencia (en paralelo proceso de abandono al que padeció la vecina playa) la casa ha sido rehabilitada, siendo reconvertida en un museo dedicado al autor de Cañas y Barro y en la que se conservan objetos personales, libros, primeras ediciones, dibujos, muebles…

¿Y qué decir de la relación Sorolla/Malvarrosa? Pues no hay más que asomarse a sus cuadros para descubrir que son prácticamente sinónimos. Y es que, amigos ambos (Sorolla y Blasco Ibáñez), el pintor pasaba días enteros retratando las escenas y ambientes que descubría en esta playa.